La izquierda abertzale usará el 20-N para exponer su oferta al futuro Gobierno

DIARIO VASCO, 4/9/11

Trabaja para tejer complicidades y asume que tocará hacer gestos hacia las víctimas. Se cumple un año del anuncio por ETA del cese de «acciones ofensivas» con la convicción generalizada entre los partidos de que la organización está cerca de la desaparición

El anuncio de ETA hace mañana un año de cese de las «acciones ofensivas» oficializó el arranque del camino hacia el final definitivo de la violencia que Euskadi aspira a culminar en los próximos meses. El comunicado difundido a través de la BBC a mediodía de aquel primer domingo de regatas de La Concha veía la luz en un clima de efervescencia, en el que la izquierda abertzale y EA trabajaban en un documento que pedía a la organización armada una tregua verificable por la comunidad internacional, como adelantó en exclusiva este periódico tres días antes.

UN AÑO CLAVE
5-09-2010

Cese de acciones ofensivas:
ETA anuncia que había cesado meses antes los atentados.
25-09-2010

Acuerdo de Gernika:
La izquierda abertzale, EA, Aralar y Alternatiba suscriben un pacto que reclama a ETA una tregua con voluntad de ser «definitiva», la implicación del Estado en un proceso, el reconocimiento a las víctimas y medidas en favor de los presos.
10-01-2011

Tregua:
ETA anuncia una tregua unilateral, permanente y verificable por la comunidad internacional. La izquierda abertzale considera que es ya «irreversible».
07-02-2011

Estatutos de Sortu:
El mundo de Batasuna oficializa el mayor desmarque de su historia respecto a ETA.
22-05-2011

Elecciones:
La coalición Bildu se hace con la Diputación de Gipuzkoa, Donostia y numerosos ayuntamientos.

Desde aquel 5 de septiembre de 2010 a hoy, la situación ha avanzado paulatinamente hacia la normalización definitiva, con la posterior tregua etarra, el histórico desmarque de la izquierda abertzale respecto a ETA en los estatutos de Sortu, la legalización de la coalición Bildu, y el debilitamiento de la banda a través de la actuación policial. Estos ingredientes provocan entre los partidos una convicción generalizada de que ETA está ya cerca de su desaparición.

Ahora, las elecciones generales del 20 de noviembre se perfilan como el siguiente punto de inflexión, con un PP que apunta al poder en España. La izquierda aber-tzale trabaja ya en la campaña electoral, a la espera de si Sortu es legalizada, que pretende utilizar para exponer al futuro Gobierno central su propuesta para el final definitivo de la violencia, según fuentes solventes de la formación independentista. Una especie de tarjeta de presentación ante el Ejecutivo encargado de gestionar el final de este camino y que todas las encuestas vaticinan que estará liderado por Mariano Rajoy.

Pese a que los populares se han caracterizado por un perfil de dureza, la izquierda abertzale está convencida de que acabará implicándose en un futuro proceso que desemboque en el final definitivo de ETA, la resolución del problema de los presos y militantes huidos y el reconocimiento de las víctimas. Además, observan una resituación del discurso del PP vasco. La única duda que albergan, que no es baladí, es si Rajoy gobernará con mayoría absoluta o simple.

La oferta que defenderá la coalición soberanista que se presente a las elecciones generales, articulada en torno a la sensibilidad de la izquierda abertzale, EA, Alternatiba y la incorporación de Aralar decidida ayer, girará sobre los contenidos del acuerdo de Gernika, que defenderá «activamente».

Uno de ellos, la necesidad de que ETA convierta en «definitiva» su tregua, es un estadio que la izquierda abertzale da ya por hecho. En segundo lugar, instarán al Estado a favorecer un proceso de paz. En este sentido, la izquierda abertzale está trabajando, en distintos ámbitos, para tejer complicidades y consolidar las condiciones creadas en este último año para intentar dar el salto definitivo. Las bases que esgrimen son, a su juicio, lo suficientemente sólidas ya que, señalan, en ETA está ya asumida, por mayoría, la decisión de deponer las armas. Las fuentes consultadas, no obstante, consideran probable que se pueda demorar el ritmo del camino abierto para la paz a la espera de que el nuevo Gobierno, en especial si es del PP, se asiente y articule su política antiterrorista. Es por ello que se descarta un comunicado de ETA de cese definitivo para antes del 20-N, como ya publicó este periódico hace unas semanas. Sin embargo, no es descartable, según estas fuentes, un pronunciamiento etarra antes de los comicios reafirmando la situación actual de no violencia y la necesidad de culminarla con un proceso de paz.

Calendario

No obstante, la voluntad de la izquierda abertzale es culminar cuanto antes la paz definitiva. En su calendario, por ejemplo, no contemplan un proceso que se alargue hasta las autonómicas de 2013, sino que su objetivo es llegar mucho antes a una situación de normalización y pacificación definitiva, con Sortu, el nuevo partido de la izquierda abertzale, legalizada y ETA desmantelada.

Para ello, la izquierda abertzale insiste en la necesidad de que el futuro gobierno se implique en el decomiso de armas y desmantelamiento de estructuras armadas, en línea con la labor que ha iniciado, sin el apoyo del Gobierno socialista pero con su anuencia, el Grupo Internacional de Contacto de Brian Currin, que presentará en otoño sus conclusiones. Una tarea clave para certificar el final de la actividad violencia, a juicio del sector independentista.

La izquierda abertzale quiere que esta verificación de la tregua se complemente con una flexibilización de la política penitenciaria, una cuestión vital para el mundo de la antigua Batasuna. Y ahí reclaman la implicación del nuevo gobierno que salga de las urnas. Recuerdan que la «abrumadora mayoría de los presos» está a favor de la apuesta por las vías sólo políticas y civiles. El apoyo de los reclusos al fin definitivo de la lucha armada es algo que está decidido desde hace meses, según los medios consultados, pese a las declaraciones del Gobierno central y vasco este verano relativas a un aumento de la presión en las cárceles para que la banda deje definitivamente las armas.

La cuestión de los presos no será eludida por el PP, a tenor de algunos posicionamientos públicos de los populares vascos, que están dispuestos a abordar las denominadas «cuestiones técnicas», siempre que ETA se disuelva. Una intención sugerida, por ejemplo, por su presidente en Gipuzkoa, Borja Sémper, y que supone un paso más en la estrategia de «mano izquierda» patrocinada por el presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti, en sintonía con Rajoy, si el mundo de Bildu «acepta las reglas de juego democrático». Las miradas de la izquierda abertzale, por tanto, enfocan más hacia el PP que hacia el PSOE, en el convencimiento de que el ciclo socialista está ya en tiempo de descuento y sin margen de maniobra en este asunto.

Las víctimas

El aspecto más delicado y difícil será el papel de las víctimas del terrorismo. El Acuerdo de Gernika apela al reconocimiento de todas, tanto las de ETA como las de los GAL o abusos policiales, y la izquierda abertzale va a incidir en esa filosofía en los próximos meses, en una coyuntura en la que el papel de los cargos públicos de Bildu en esta materia ha sido muy cuestionado este verano. La izquierda abertzale, según los medios consultados, asume que tendrá que dar pasos, a su debido tiempo, en la reparación de todas las víctimas, también las de ETA. Unos movimientos que, confirman otras fuentes próximas a Bildu, seguirán sus propios ritmos debido a la necesidad de la izquierda abertzale de avanzar sin fisuras internas en su apuesta por que la violencia de ETA cese definitivamente.

DIARIO VASCO, 4/9/11