Juan Carlos Ibarra-Vozpópuli
- Los independentistas catalanes han cedido el paso al nacionalismo madrileño y la culpa del paro la tiene Dios y, por eso, la ministra de Trabajo le imploraba el 1 de mayo
¿A quién apoyará la elite económica en las elecciones de hoy en la Comunidad Autónoma de Madrid? Tras la Primera Guerra Mundial, esa élite, asustada por el avance del comunismo soviético que se impuso tras la revolución de 1917 en Rusia, apoyó lo que luego terminó siendo otro totalitarismo en forma de nazismo y fascismo. La Segunda Guerra Mundial se encargó de enfrentar a esos dos sistemas autoritarios, criminales y antidemocráticos. La muerte de millones de seres humanos fue el pago por la cobardía y el egoísmo ciego de los más poderosos. Veremos qué camino quiere seguir esa élite madrileña y española en este decisivo momento para la estabilidad democrática.
Sea cual sea el resultado, a los pocos días nos olvidaremos de Madrid y volveremos a centrar de nuevo la atención en Cataluña. Que no es que tengan dificultades para formar gobierno. Es que están en la pista de despegue a la espera de que el cielo se despeje para emprender el vuelo y volver a ser los protagonistas del espacio político español. Es increíble el afán de protagonismo que desprenden estos independentistas que tienen lastradas sus alas. El plomo se lo pusieron el 74% de catalanes que no votaron independentismo.
Se trata de una organización que incluye a los líderes de varias pandillas hispanas que funciona como un gobierno ilegal, recaudando “impuestos” sobre las drogas que ingresan clandestinamente
Pero desde la prisión siguen escandalizando a los ciudadanos. Hemos visto películas en las que el gánster famoso y poderoso, encarcelado por sus crímenes, despachaba en la prisión con sus subalternos el cobro de las mordidas y la ejecución de quienes no pagaban el soborno o trataba de quedarse con el negocio de la droga. En su libro Crónicas de la mafia, el periodista Íñigo Domínguez escribe: «Hay conversaciones grabadas aquí de capos de la Camorra o la Ndrangueta que describen las cárceles españolas como un balneario«. En España pueden hablar por teléfono y seguir dando órdenes en unas prisiones «de lujo» comparadas con las viejas y saturadas cárceles italianas. No hay que buscar en la filmoteca para comprobar esa realidad. En AP News se puede leer que “Las cárceles del condado de Los Ángeles son administradas por el sheriff, pero detrás de las rejas el poder lo tiene la mafia mexicana. Se trata de una organización que incluye a los líderes de varias pandillas hispanas que funciona como un gobierno ilegal, recaudando “impuestos” sobre las drogas que ingresan clandestinamente, ordenando represalias contra los reos que no acatan sus reglas e incluso manejando las operaciones afuera de la cárcel.”
Espero que algún cineasta español se atreva a realizar una película en la que se vea a los dirigentes independentistas, encarcelados en prisiones catalanas, negociando el gobierno de la Generalitat con el candidato que aspira a ser investido. Dos horas duró la última reunión que mantuvo Oriol Junqueras, líder de Esquerra Republicana de Cataluña, con el candidato Pere Aragonès. Este último, en funciones de presidente, salió de una de las dependencias de la Generalitat, concretamente desde su despacho de la Presidencia, para entrar en otra dependencia de esa Generalitat, ubicada en la cárcel de Lledoners y, allí, conversar por algo más de dos horas. Unos, los mafiosos, despachan desde sus celdas, y otros, los independentistas negocian desde las suyas. Unos, los mafiosos, tienen el poder detrás de sus rejas, como en Los Ángeles, y otros, los independentistas, tienen su poder, detrás de las suyas, como en Sant Joan de Vilatorrada (Barcelona).
La ministra manifestante
Y como éramos pocos, parió la abuela. Y Madrid ha descubierto su nacionalismo. Veremos si esta noche gana la libertad para beber cerveza cuando y donde apetezca o la libertad para ser libres y más iguales.
Y para seguir con el disparate, el 1 de mayo, la ministra de Trabajo del Gobierno de España se manifestaba por las calles de Madrid junto a los líderes de las dos centrales sindicales españolas más representativas. Preguntada la ministra por un periodista en pleno recorrido, la titular de la cartera de Trabajo, en un gesto de modestia dijo que “El protagonismo hoy es de los trabajadores y trabajadoras”. Se deduce de la afirmación que ella no entra dentro de ninguna de esas dos categorías (trabajador o trabajadora), porque, si no, hubiera dicho que “hoy es día de nuestro protagonismo”. Y si no es trabajador ni trabajadora, ¿qué es? Es ministra de Trabajo y Vicepresidenta. Y como no entra dentro de la categoría de trabajador o trabajadora, seguro que la ministra no se manifestaba en esa condición. Y si no pedía soluciones al gobierno, porque es un absurdo que el gobierno exija al gobierno, ¿contra quién se manifestaba la ministra? ¿Quién está por encima del gobierno? No me queda más remedio que pensar que lo exigía a Dios, de lo que se infiere que la izquierda radical ha dejado de ser atea como Dios manda y se ha vuelto creyente y espera que el paro (que antes se decía que no lo arreglaba ni Dios) lo pueda solucionar la Providencia.
Conclusión: Madrid se hecho nacionalista. Los independentistas catalanes han cedido el paso al nacionalismo madrileño y la culpa del paro la tiene Dios y, por eso, la ministra de Trabajo le imploraba soluciones antes de que Ayuso abriera las urnas en jornada laboral. Alguien debería decirle a la ministra que no se puede estar en misa y repicando. Y a las élites madrileñas, que hay veces que el miedo no guarda la viña.