EL CORREO, 22/10/11
Etxeberria llama a los gobiernos de España y Francia a mover ficha «sin dilaciones» y con «altura de miras»
«Con una gran sonrisa». Así compareció ayer la izquierda abertzale para valorar el comunicado de ETA. En una semana plagada de actos simbólicos, la antigua Batasuna vistió su declaración con una escenografía especial. Optó por pronunciarse en el Palacio de Miramar, en San Sebastián, residencia veraniega durante años de la Familia Real española, propiedad del Ayuntamiento de la capital guipuzcoana y que, año tras año, acoge la primera reunión del Gobierno vasco tras el periodo estival.
Una veintena de dirigentes independentistas arroparon a Rufi Etxeberria y Maribi Ugarteburu -los mismos que el martes aplaudieron las conclusiones de la Conferencia de Paz del Palacio de Aiete- durante la lectura de sendos comunicados en euskera y castellano. En síntesis, trataron de difundir tres ideas. La primera, que el anuncio de ETA supone una «decisión histórica de enorme calado» que supone un «antes y un después, y que marcará el futuro político». Pero el «cese definitivo» de la violencia no cierra, subrayaron, el «conflicto político», que persistirá, en su opinión, hasta que Francia y España aborden el «reconocimiento» de Euskal Herria como nación y se regule la posibilidad de llevar a la práctica «el derecho a decidir». Ya el martes, al asumir la ‘Declaración de Aiete’ y su petición a la banda terrorista para que lo dejara, la izquierda abertzale quiso enfatizar esta idea al sostener que el «conflicto» que ha padecido Euskadi es «anterior» al nacimiento de ETA.
La ‘hoja de ruta’ de los independentistas contempla, al igual que expresaron hace seis días los exmandatarios internacionales encabezados por Kofi Annan, una fase en la que los partidos políticos deberán fijar cómo se articula una posible independencia y que ese acuerdo deberá ser asumido por los Estados español y francés.
Y una vez que la banda ha anunciado su «cese definitivo» -a falta, sostienen, de que se resuelvan cuestiones como la situación de los presos y de los etarras en activo, así como el reconocimiento a las víctimas-, la antigua Batasuna cree que ambos gobiernos no tienen ya «excusas» para no abordar el derecho de autodeterminación. «Nadie podrá ocultar tras la coartada de la lucha armada ese conflicto político», advirtió Etxeberria.
Todas las culturas políticas
En este sentido, como otra idea fuerza de su comparecencia, la izquierda abertzale instó a José Luis Rodríguez Zapatero y a Nicolas Sarkozy a acompañar los pasos de ETA y adoptar medidas «sin dilaciones», con «responsabilidad y altura de miras». En una intervención en la que subrayaron el importante papel de la Conferencia de Paz celebrada el pasado lunes y de la firma hace más de un año del Acuerdo de Gernika, los dirigentes abertzales calificaron de «absolutamente irresponsables» a quienes apuestan por un relato de «vencedores y vencidos». Frente a esta tesis, que defiende el lehendakari Patxi López, apostaron por abrir un debate entre las fuerzas políticas vascas en el que participen «todas las culturas políticas de Euskadi».En su opinión, el final de la violencia debe favorecer que «todos resulten ganadores».
Y como viene haciendo desde hace días, la izquierda abertzale quiso resaltar una tercera idea: no se sienten derrotados. A pesar de que el cese de ETA no haya logrado contraprestaciones políticas que han sido seña de identidad de la banda -como la independencia o la territorialidad-, los dirigentes independentistas recalcaron la «gran sonrisa» que adorna sus rostros tras el paso dado por la organización terrorista. Entienden que la pelota está ahora en el tejado de los gobiernos español y francés y creen que con esta estrategia el respaldo a las tesis independentistas ganará posiciones.
EL CORREO, 22/10/11