Florencio Domínguez, LA VANGUARIDA, 22/8/12
El lehendakari convoca a las urnas y evita afrontar recortes
El lehendakari despejó ayer definitivamente las dudas sobre el adelanto electoral al anunciar que los comicios vascos serán el 21 de octubre, lo que anticipa en cinco meses el final de la legislatura. Patxi López se había quedado en minoría en el Parlamento después de que el PP le retirara su apoyo hace casi cuatro meses. Esa situación, sin embargo, no ha creado grandes problemas al Ejecutivo vasco, que ha podido sacar adelante la mayor parte de los proyectos tramitados en la Cámara durante ese tiempo. La minoría ha sido cómoda y llevadera. Juan José Ibarretxe, en el año 2000, aguantó durante meses sufriendo derrota tras derrota en el Parlamento, pero López no ha pasado por esos apuros y podía haber resistido unos meses más.
En la decisión del adelanto electoral pesa más, sin duda, la oportunidad que el lehendakari ha visto de sacarle partido a la política de oposición a las medidas económicas de Mariano Rajoy. El PSE, al que las encuestas dan un importante retroceso, ha mejorado su estado de ánimo en los últimos meses a medida que su oposición sistemática a los recortes del Gobierno central lo ha hecho sintonizar con la mayoría de la opinión pública vasca. Cree haber encontrado en esa política de rechazo a Rajoy el resorte que frenará su caída electoral.
Esa estrategia de oposición puede darle rendimientos mientras la responsabilidad de gobernar no obligue al Ejecutivo de Vitoria a aplicar si no los mismos recortes que el Gobierno central, al menos otras restricciones. Y esa era la situación a la que le abocaba la situación económica vasca. Los datos más recientes de las haciendas forales, gestionadas por las diputaciones, muestran un descenso generalizado de los ingresos. Con menos recursos para el próximo año, el Gobierno vasco estaba obligado a elaborar un presupuesto que reflejara esa situación y a aplicar recortes, lo que entraría en conflicto con el discurso actual. Al convocar las elecciones antes de tener que hacer los presupuestos, López evita verse en la disyuntiva de predicar una cosa y hacer la contraria. Puede capitalizar el malestar ciudadano con las políticas de Rajoy, antes de sufrir el desgaste de tener que sacar sus propias tijeras de podar.
Los ajustes serán cosa del que venga detrás, que, según todas las encuestas, va a ser el PNV. Si la jugada le sale bien a Patxi López y logra contener la caída, siendo tercera fuerza por detrás del PNV y de EH Bildu, el PSE podría desempeñar un papel clave si conserva la llave para darle la mayoría a Iñigo Urkullu. Los socialistas creen, incluso, que pueden competir con la izquierda abertzale por la segunda posición, ya que desde hace meses detectan un estancamiento en las perspectivas de voto de EH Bildu. Las encuestas conocidas, sin embargo, no reflejan esta impresión de los socialistas vascos.
Florencio Domínguez, LA VANGUARIDA, 22/8/12