García-Page y Ximo Puig son los que más claramente rechazan que el PSOE se pueda abstener para que gobierne el PP. De hecho, como confirman fuentes socialistas, Page ha preferido quedarse fuera de la Comisión Gestora.Además, los secretarios generales afines a Sánchez siguen apostando por mantener su no rotundo a Rajoy y al PP hasta el fin de la legislatura. La Gestora se constituirá bajo la presidencia de Javier Fernández. En principio, baraja convocar un Comité Federal en 15 o, como mucho, 20 días.
La nueva dirección provisional del PSOE tiene ante sí una ardua y penosa tarea. En primer lugar, debe cerrar las profundas heridas producidas esta semana y en los últimos meses, tratando de unificar una formación completamente partida por la mitad. En segundo lugar, como citan casi todos los dirigentes consultados, la Gestora debe empezar a «reconstruir el partido», «sacarlo de la UVI» en la que le metió Pedro Sánchez, según sus críticos, o el envite de los barones, según los partidarios del secretario general.
Pero además y con la máxima urgencia, la Comisión Gestora que hoy se reúne por primera vez en Ferraz deberá convocar un Comité Federal que debatirá de forma definitiva la postura del PSOE para evitar las terceras elecciones. Hasta ahora, la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz; o los presidentes de Aragón, Javier Lambán; Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page; o el de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig, se habían manifestado partidarios de evitar a toda costa unos terceros comicios porque serían «un disparate», en opinión de varios de ellos.
Al mismo tiempo, consideraban imposible un Gobierno alternativo encabezado por el PSOE. Sin embargo, nunca han sido claros sobre la forma en la que el PSOE podría evitar las elecciones. El único que se manifestó a favor de la abstención fue el jefe del Ejecutivo extremeño, Guillermo Fernández Vara.
Ayer, García-Page y Puig se mostraron firmes partidarios del no a Rajoy y al PP. Así lo manifestaron el hombre de confianza de Page en Toledo, Álvaro Gutiérrez, y fuentes próximas al presidente castellano-manchego en conversación con este diario.
Puig, por su parte, fue muy rotundo en su rechazo a facilitar un Gobierno del PP, como lo ha sido siempre: «El PP no ha hecho nada para obtener la confianza del PSOE, por lo que no podemos conformar ni un gobierno de coalición, ni ayudar a su instauración en el poder», dijo ayer rotundo.
El presidente aragonés, Javier Lambán, en conversación con EL MUNDO, también dejó claro que «la posición del PSOE es votar contra Rajoy». Y eso no ha cambiado. Eso sí, añadió, como el resto de los consultados, el partido debe decidir en el Comité Federal su postura de cara al posible bloqueo y la repetición electoral.
Los barones socialistas que han forzado la caída de Sánchez estaban ayer aliviados. Son conscientes del profundo daño que ha hecho al partido la crisis vivida las pasadas semanas, pero consideran que a partir de ahora podrán trabajar rápidamente para la recuperación del PSOE. Algunos son más pesimistas que otros. Los que lo ven más negro creen que la fuerte crisis del principal partido de la oposición podría situarlo en unos comicios inmediatos por debajo de Podemos.
Fuentes de varias federaciones hostiles consideran que Sánchez «ha hecho un daño terrible al partido» al plantear «trampas» y «debates falsos», como que él era «el único garante del no y que los líderes territoriales preferían la abstención». «Eso es una falacia», aseguraron ayer desde el PSOE de Castilla-La Mancha.
En opinión de varios de los consultados, Sánchez ha radicalizado en las últimas semanas a la militancia, alejándola de la mayoría social del país. De esa forma, entienden, el PSOE no puede aspirar a volver a ser el primer partido de España, que es a lo que aspiran.
Las federaciones afines a Sánchez, por su parte, lo tienen claro y defienden de la forma más firme posible el no hasta el final. Como se vio en el Comité Federal su peso no es mayoritario, pero supone cerca de un 45% del partido. Los dos candidatos a liderar el PSC, Miquel Iceta y Núria Parlón, apostaron ayer por el no al PP. En el mismo sentido se manifestó la líder de los socialistas madrileños, Sara Hernández, o el secretario general en Castilla y León, Luis Tudanca.
En Baleares, el Consell Polític del PSIB-PSOE se mostró ayer «en contra de cualquier actuación que facilite un Gobierno presidido por el PP» y reclamó la «inmediata convocatoria de un congreso federal extraordinario. Los partidarios de Pedro Sánchez en la Comisión Gestora proponen que si se cambia el no al PP debe decidirse con una consulta a la militancia. Así lo explicó ayer Francisco Ocón, secretario de Organización del PSOE de La Rioja, que apostó por dar voz a la militancia tras explicar que toda la delegación riojana había votado a favor del congreso impulsado por el ex secretario general, la opción que finalmente tumbó el Comité y provocó su dimisión.
El ex presidente socialista balear Francesc Antich, representante también de los sanchistas en la Gestora, anunció que defenderá que se tiene que consultar a la militancia si se quiere cambiar el mandato del Comité Federal socialista.
Sin embargo, la mayoría de la Gestora no es partidaria de volver a consultar a las bases, como ya hizo Sánchez con su acuerdo con Ciudadanos y como barajó hacer antes de lanzar su propuesta de congreso federal inmediato. La número dos del PSOE extremeño, Ascensión Godoy, que también está en la Gestora, defendió ayer que sea el Comité Federal, que «representa a todos los militantes», el que decida la postura que tendrá que adoptar el partido, informa Efe.
Si el Comité Federal debatiera este mes de octubre una posible abstención es posible que volviera a vivir una división similar a la del sábado. Por eso, los dirigentes socialistas más favorables a esta alternativa están siendo muy cautos estos días.
Tras la primera reunión de la Gestora, su presidente, Javier Fernández, tendrá hoy que responder a los periodistas y explicar cuál es su postura.