La memoria de las víctimas del terrorismo enfrenta a PSE y PP

EL CORREO, 23/6/12

Mari Mar Blanco acusa al Gobierno vasco de estar más centrado en los presos de ETA y en «celebrar legalizaciones de partidos»

El mapa de la memoria por las víctimas del terrorismo se convirtió ayer en motivo de enfrentamiento entre el Gobierno vasco y el PP. Durante el pleno de control al Ejecutivo celebrado en el Parlamento, la representante popular Mari Mar Blanco, hermana de Miguel Ángel Blanco, secuestrado y asesinado por ETA en 1997, lamentó la falta de «impulso» que Interior está dando a esta iniciativa, que consiste en fomentar la colocación de monolitos y placas en las distintas localidades de Euskadi en los que el terrorismo haya dejado su impronta. Hasta la fecha, según reveló Blanco, solo se han adherido a la misma el 3% de los municipios de Álava, el 33% de los de Gipuzkoa y el 38% de los de Bizkaia.

La intervención de la parlamentaria del PP, que se dirigió expresamente al consejero Rodolfo Ares, vino a escenificar en realidad el primer choque directo entre el Ejecutivo de Vitoria y el PP en lo que al trato a las víctimas del terrorismo se refiere desde que los de Antonio Basagoiti decidieran dar por roto su pacto de gobierno con el PSE. Hasta ahora, las divergencias en materia de damnificados han venido derivadas de la firme apuesta del Gabinete de Patxi López por reconocer y reparar a las personas que sufrieron abusos policiales. Un gesto con el que los populares comulgaron en un principio -a excepción de la puesta en marcha de la ponencia-, pero hacia la que a posteriori no han escatimado en críticas. Ayer, el PP cruzó esa línea. De hecho, el mapa de la memoria resultó al final casi anecdótico entre los reproches que Blanco vertió hacia Ares. La parlamentaria popular acusó al Gobierno vasco de estar más centrado en hablar de los presos de ETA o en «celebrar legalizaciones de partidos» -en alusión a la sentencia del Tribunal Constitucional sobre Sortu-, que en las víctimas. Una actitud que, según censuró, podría «dejar en nada o desnaturalizar» el verdadero significado de los afectados, hasta el punto de entenderse como «complicidad con quienes quieren degradar su memoria».

«Mítines»

El consejero de Interior rechazó en un primer momento entrar en la polémica. Se limitó a afirmar que su Departamento ha dado un «impulso decisivo» al mapa de la memoria, al tiempo que recordó que la decisión última de colocar un monolito o celebrar un acto por las víctimas corresponde tanto a los ayuntamientos y sus concejales, como las víctimas de cada localidad concreta. Es más, según subrayó, en las últimas ocho gestiones realizadas por Interior, dos de los municipios decidieron no dar paso alguno porque los damnificados se negaron a ello. Ahora bien, en una segunda vuelta, Ares no dudó en replicar a las duras acusaciones lanzadas por Blanco.

El máximo responsable de Interior afeó a la parlamentaria popular que haga uso de la tribuna de la Cámara de Vitoria para ofrecer los «mítines» en los que, señaló, «recoge las posiciones más extremas de su partido». En esta línea, abogó por desarrollar una política en relación a las víctimas sin utilizarlas en la «confrontación» entre partidos, sino para construir una sociedad «decente que honre su memoria».

EL CORREO, 23/6/12