La motorizada de Pablo

 

Había enumerado en mi última columna la colección de delincuentes condenados y en estado de presunción que se esconden en la guarida de Iglesias, vale decir en las filas de Podemos. Desde entonces su propia novia ha pasado a ser judicialmente investigada por administración desleal a cuenta de la niñera y nos hemos enterado de que dos miembros del partido, Daniel Jiménez y Alberto Robles, estuvieron en la instigación, organización y materialización del ataque al mitin de Vox en la Plaza de la Constitución de Vallecas el pasado 7 de abril. La motorizada de Pablo. Se llamaba motorizada a la guardia personal de Indalecio  Prieto, que en sus horas libres secuestraba y asesinaba a Calvo Sotelo, jefe de la oposición parlamentaria.

Unos días más tarde, el 15, nos enteramos de que habían sido detenidos ocho presuntos autores del ataque, entre ellos los dos citados. Una semana después, el día 22, aparecían los sobres con las balas enviados al pequeño Marlasca, a la directora de la Guardia Civil y mitinera del PSOE y al secretario general de Podemos. Qué razón tenía Rocío Monasterio al expresar su incredulidad. Nótese que el sobre para Iglesias iba dirigido a la Secretaría de Estado para la Seguridad, en el número 7 de la calle Amador de los Ríos. ¿Cómo explicar que a este tipo se le den cosas que no le corresponden, sea la tarjeta de Dina o una amenaza que el Ministerio debió entregar al juez? Sin embargo, tuvimos noticia de ello por un mitin de Adriana Lastra ¡Virgen Santa! en un mitin en Getafe. Diez días después de tener a los dos podemitas bajo su custodia y ocultarlo, el ministro más infame que ha tenido la democracia española dice en un mitin que el PP es una organización de delincuentes. Solo si fuera delictiva su propuesta de nombrar a Marlasca miembro del CGPJ.

Los dos activistas, uno en nómina y otro voluntario, quisieron complacer al jefe, sabedores de la emoción que le producía ver como pateaban a policías, según confesó en La Tuerka. Y todavía hay quien compara a los líderes de Podemos y Vox. ¿Dónde habrán visto a la motorizada de Abascal?

La competencia atribuye a Iglesias el blanqueo de sus matones, pero debieron decir Marlasca que es el verdadero cómplice, el encubridor. ¡Diez días! Marlasca es un error total. Sánchez lo eligió por su transversalidad y él se empeñó en demostrar que merecía la confianza del mando, que era un socialista fetén, sin darse cuenta de que de ese material el doctor tenía de sobra: Lastra, Ábalos, más socialistas, más sectarios y también más lerdos. Como sociata, el ministro del Interior era perfectamente prescindible. Como ministro aún más. Es el peor de los ministros que hemos tenido en democracia, y no solo del Interior. No hay trapacería del doctor Sánchez que no haya contado con su complicidad y encubrimiento. Ahora también es secuaz del Moños. Cuando piense en el sintagma ‘organización criminal’ le basta con mirar a su alrededor en el Consejo cualquier martes. Y poner un espejo frente a sí para no perder detalle. Los resultados electorales de mañana permitirán hacer el censo de los miserables de Madrid. No están todos los que son, pero sí son todos los que están.