Raysa (Logroño)
Espera, ¿no parece una muñeca
lo que adorna ese amasijo de escombros?,
sácala en primer plano, quiero verla,
una nota poética al destrozo.
El hacha, la serpiente, la escopeta…
un puño amenazante, los despojos,
símbolos de una tragedia dantesca,
fueron difuminándose en el fondo
de una imagen inmóvil y pequeña
con la sonrisa enquistada en el rostro.
Curiosamente parecía nueva,
nadie pudo explicarse de qué modo
logró escapar de la metralla negra
que escupió aquel alud de fuego rojo.
La cámara, chismosa, se recrea,
recorre el cuerpecillo poco a poco,
Polifemo curioso que desea
mirarlo todo con su único ojo;
de pronto se detiene con sorpresa,
la manita de trapo roza un hombro
cuya pequeña vida no despierta
de una siesta carente de reposo.
Pero eso no lo sabe la muñeca,
la muñeca es indiferente a todo
como los asesinos que manejan
los hilos de la muerte sin sonrojo;
para justificarse siempre alegan:
�no es culpa nuestra sino de los otros�.
Pero, lo que la cámara revela
es el terror, el caos, el ahogo,
la impotencia del ser… como muñecas
en el juego macabro de unos locos.
Termina el reportaje, ¿tú que piensas?,
¿algo más que añadir?, ¿calará hondo?,
quizás falte la paz que sólo espera
a que la construyamos entre todos.