La nacionalidad española

ARCADI ESPADA, EL MUNDO 04/05/2013

«Le preguntaron por las provincias catalanas y recitó, una a una, las veguerías».

· He leído con verdadera indignación, al borde del desacato, la sentencia de la Audiencia Nacional contra Milagrosa, la que quería ser española. La Audiencia le ha negado definitivamente esta posibilidad porque Milagrosa, una ciudadana dominicana, no sabe lo que es ser española y si no sabe, cómo va a ser. Lo estupefaciente del caso es el método por el que los jueces han llegado a determinar que Milagrosa no lo merece. Para empezar, le preguntaron cómo se llamaba el Rey de España. Milagrosa contestó que Juan Carlos. Era el momento de pasar a la siguiente, pero el juez prosiguió. «¿Qué más?» ¿Cómo que qué más?, me pongo yo ahora. ¿Es que alguna radio, alguna televisión, algún periódico se refiere al Rey de España con su apellido, como si fuera un juez plebeyo? Y, sin embargo, la ignara Audiencia certificó: «Y no sabe qué más». Siguieron: ¿Cuál es el nombre de la Reina de España? El auto de la Audiencia no especifica si Milagrosa dijo no saberlo o contestó que Corinna zu Sayn-Wittgenstein. Sobre la bandera española sí dijo, en cambio: «Amarilla, roja y blanca y un escudo».

Aquí me voy a parar, porque Milagrosa ha vivido la mayor parte de su tiempo español en Cataluña. Es decir, que teniendo en cuenta que no habrá visto una bandera española al natural y en directo en toda su vida, acertó muy mucho con lo del escudo. Muy mucho, contenciosos. La gran noticia, sin embargo, es que Milagrosa sabe que la futura reina de España se llama Leonor. Yo me quedé asombrado con esta respuesta, y le habría dado a Milagrosa no ya la nacionalidad española, sino la Orden de Isabel la Católica, como a Perlasca. Porque, en primer lugar, me asombró que supiera el nombre de la hija mayor de los Príncipes, que yo sólo podría recordar en un buen momento. Pero, sobre todo, me fascinó su coherencia y su sometimiento estricto al ritmo de la actualidad. Si Sofía no existe, como afirmó Milagrosa y afirma el mundo, y Letizia, pues, reina, y sólo hay que ver el culo del cuché para saberlo, ¿quién será la reina del futuro? ¡Pues, Leonor, audífonos!

Lo que sí admito es que Milagrosa se equivocó cuando la instaron a ponerle nombre al presidente del Gobierno español, y dijo Primitivo. Admito que se equivocó. Lo admito. Los nervios. Pero no, de ningún modo, cuando le preguntaron qué países limitan con España y contestó Cataluña. ¿Tengo que recordar otra vez a los Poncios Pilatos que Milagrosa vivió la mayor parte de su vida española en Cataluña? ¿Tengo? Esa respuesta no debe avergonzar a Milagrosa, sino a los que le hicieron la pregunta.

Como también debería avergonzarles esta pregunta que viene. Ojito boys: a una que viene a pedir la nacionalidad española para ver si sí, le preguntan: «¿Qué dibujo tiene la bandera de Andalucía?» Sin embargo, lo más extraordinario es que la buena de Milagrosa encestara cayéndose. «Letras», dijo con un hilillo aterrorizado. «¡Letras», se le ríen los ignaros! Pues sí, letras: Dominator Hercules Fundator, exactamente. Eso dice el pie del dibujo de Hércules, en medio de las columnas esforzándose. Para llegar hasta la mente de Milagrosa hube de mirar mucho papeluco. No me resisto, querido amigo, a transcribirte lo que dice el propio BOE sobre la leyenda del Rico Pérez: «A los pies de Hércules, esta leyenda que resume la aportación del Hércules andaluz a la superación mundial de las fuerzas de la vida». No te lo vuelvo a escribir porque el espacio aún es oro en el papel, pero vuélvelo a leer, por favor. Yo creo que tiene toda la pinta de haber sido una de manzanilla pasada, obviamente de Sanlúcar, no en vano Andalucía es la parte del todo gaditano. Lo realmente milagroso es que alguien quiera compartir nacionalidad con el redactor de las fuerzas de la vida y su superación mundial.

Las preguntas siguieron fluyendo: «¿Quién escribió El Quijote, Milagrosa?» Tenía en la boca Borges, pero no se decidió. ¡Qué rehostia les habría dado! Y también: «¿Qué régimen político hay en España?», eso le preguntaron. Milagrosa había estudiado cosas el día antes, por si acaso. La Wiki, tal. Quiso reproducir esta respuesta de Guillermo O’Donell, que por algo era paisa, pero no le salió de corrido: «Régimen político, magistrados, es el conjunto de pautas formales e informales, explícitas e implícitas, que determinan los canales de acceso a los principales cargos de gobierno, las características de los actores admitidos y excluidos de tal acceso, y los recursos y estrategias que pueden emplear para lograr los mismos».

Sí se acordaba, en cambio, de la página, 36, pero le pareció insuficiente. Sé que no te lo creerás pero, si quería ser española, iba a tener que dar el nombre de algún director de cine español. Órdenes del fiscal general. Ni el del tenista Nadal, ni el del futbolista Casillas, ni el del baloncestista Gasol, ni el del corredor Alonso. ¡Quia! Milagrosa, fiada del ambiente topical, ni sabía que existiera el cine español.

En la última pregunta, y dado su enraizamiento, le preguntaron por las provincias de la Comunidad Autónoma Catalana, y volvió a quedarse muy extrañada, Milagrosa. Les recitó una a una las comarcas, las veguerías, au Conselh Generau d’Aran, y hasta el nombre de sus huskies, pero los magistrados iban negando con su negra cabecita de alfiler. Y es así, finalmente, como se dispusieron a sentenciar. Ni una pregunta sobre Roja Directa, sobre Olvido Hormigos, sobre Miguel Carcaño, sobre Ada Colau, sobre los Alcántara, Botejara por parte de madre. Ni verle su punto del gazpacho, joder, si lo tenía.

El juez encargado informó negativamente de Milagrosa, por no presentar suficiente grado de integración en la sociedad española, y D.José Félix Méndez Canseco, D.Francisco Díaz Fraile, DªIsabel García García-Blanco y D.José Luis Terrero Chacón lo rubricaron, en Madrid y en abril.

ARCADI ESPADA, EL MUNDO 04/05/2013