ABC 01/10/14
· La web del proceso soberanista arroja una imagen grotesca de Cataluña ante la opinión internacional
Desde la página 1 Consulta, encuesta, proceso participativo, recogida de firmas? Desde que el Tribunal Constitucional (TC) suspendió el referéndum secesionista que Artur Mas pretendía convocar el 9 de noviembre, el presidente catalán afronta una carrera de obstáculos legales que intenta superar con juegos de palabras. Con «astucia», según el propio Gobierno catalán. Y con situaciones que rozan el ridículo, también.
La web de la Generalitat habilitada para informar del 9-N ofrece la posibilidad de consultar el punto de votación correspondiente al domicilio del interesado. Pero con tan poco rigor, que es posible introducir nombres falsos. La imaginación es libre y, como se puede comprobar, es posible confeccionar una tarjeta de participación, en catalán y castellano, a nombre de Bob Esponja, Lady Gaga –que actuará la víspera del 9-N en Barcelona–, Mariano Rajoy o Cristóbal Colón, por poner algunos ejemplos.
Sucedáneo
El portal solo requiere un municipio y una dirección reales, así como el primer apellido. No es necesario introducir los datos del DNI, aunque tampoco podría exigirlo el Ejecutivo catalán, ya que no se puede confeccionar ningún censo previo. Los datos no quedan registrados. Lo único que vale es la presentación del documento nacional de identidad el mismo día de la votación. Si es que esta se realiza, ya que el Gobierno acaba de anunciar que impugnará este sucedáneo de consulta, carente de garantías democráticas, según han admitido algunos partidos soberanistas.
Esta es la imagen chapucera que deja un proceso soberanista, que estaba llamado a ser «histórico» y que Mas quiere internacionalizar, bajo la premisa de que Cataluña es una potencia económica, histórica y cultural que puede valerse por sí sola. Efectivamente, esta comunidad es uno de los motores de España, con un producto interior bruto de 190.000 millones de euros. El PIB per cápita es superior a la media española y europea. Cataluña lidera el turismo extranjero, pues uno de cada cuatro visitantes foráneos elige esta comunidad como destino. Su aeropuerto está situado, junto con el de Madrid, entre los diez principales de Europa. Y los puertos de Barcelona y Tarragona son referentes en el sector de mercancías. Pero el empeño de Mas en desafiar la legalidad, unido a su incapacidad para mantener unido el bloque soberanista, pues son precisamente ERC, ICV y CUP quienes han cuestionado la nueva fórmula propuesta por el líder de CiU, no es la mejor tarjeta de presentación para el proyec-
to secesionista de Artur Mas. De hecho, la prensa internacional ya se ha hecho eco de la situación delicada en la que se encuentra el dirigente nacionalista. «The New York Times» se refirió a la «parodia de consulta» y aseguró que Mas está en la cuerda floja. El propio presidente autonómico reconocía ayer que uno de sus mayores temores es proyectar ante el mundo una imagen de desprestigio y de que el 9-N no reúne las garantías legales y democráticas necesarias.
Y es que uno de los objetivos del Ejecutivo autonómico es pedir el amparo de otros países si, como es previsible, la votación del 9 de noviembre no se celebra. ICV, una de las formaciones más críticas con el simulacro de consulta, propone que el 9-N se lleve a cabo una recogida de firmas para denunciar ante las instituciones internacionales las trabas impuestas por el Gobierno español para evitar que los catalanes puedan ejercer su derecho a decidir.
Esa recogida de firmas sería el plan B,o C, o D de un proceso que, a una semana del 9-N, adolece de improvisación y de falta de rigor.