EL CORREO 23/05/14
· La difusión de los audios en los que dice que saca la «mierda a hostias» provoca una cascada de críticas hacia Bergara, que descarta dimitir.
Censura en bloque. Sin matices y sin justificaciones posibles. Sólo hubo discrepancias a la hora de valorar si debe o no dimitir. Los partidos de la oposición cargaron ayer con dureza contra el alcalde de Sestao, Josu Bergara, por las declaraciones «de tinte racista» que realizó durante dos reuniones que mantuvo en el Ayuntamiento con encargados de inmobiliarias en junio de 2013, en las que fue grabado con cámara oculta por uno de los asistentes para demostrar que el Consistorio se niega a empadronar a extranjeros y gitanos.
La publicación de las grabaciones en la recta final de la campaña electoral –«La mierda ya no viene a Sestao. Si no, la echo yo; a base de hostias, claro»; «gitanos buenos hay muy pocos»; «no soy ningún nazi» o «yo incumplo la ley todos los días y a todas horas»– provocó una tormenta de críticas hacia el regidor, que se volvió a disculpar por sus declaraciones, pero que no presentó su dimisión, como le reclaman desde algunos sectores, durante una intervención en el salón de plenos municipal a la que siguieron escenas de tensión e insultos cruzados entre los partidarios y los detractores de Bergara ya en plena calle. Sólo el PNV, su partido, le arropó tibiamente a través de las manifestaciones de algunos de sus principales dirigentes, que sin embargo calificaron de «desafortunadas» sus palabras.
SOS Racismo acudió a media mañana de ayer a los juzgados de Barakaldo para presentar la denuncia contra Josu Bergara por un supuesto delito de prevaricación con agravante de racismo. Las representantes de la ONG llegaron acompañadas de varias familias que llevan varios años viviendo de alquiler en Sestao «sin poder empadronarse en el municipio» a pesar de las numerosas peticiones oficiales realizadas, y aportaron a la causa las grabaciones desveladas por EL CORREO en su edición de ayer. El fiscal superior del País Vasco, Juan Calparsoro, explicó que ha pedido por escrito al responsable del Ministerio Público que se hará cargo del caso que le mantenga informado del proceso, e insistió en que en este momento «no procede hacer valoraciones» sobre este asunto.
Desde primera hora de la mañana empezaron a producirse reacciones a las declaraciones de Bergara, que entre 2009 y 2011, antes de asumir la alcaldía de Sestao, fue director de Igualdad y Derechos Ciudadanos de la Diputación foral de Bizkaia. La primera valoración desde el Gobierno vasco fue realizada por su portavoz, Josu Erkoreka, que aseguró que «si realmente es cierto lo que se le atribuye», no son «palabras plausibles» (admisibles o dignas de aplauso). A pesar de este pequeño tirón de orejas, Erkoreka también quiso destacar que ese «no es su estilo habitual de afrontar las dificultades políticas y de relacionarse con las personas».
Poco después llegaron las reacciones del consejero de Empleo y Políticas Sociales, Juan María Aburto, y del PNV como organización política. Preguntado al respecto, Aburto dijo que el empadronamiento debe ser «real» y «no ficticio» para que no exista un «aprovechamiento» de las ayudas sociales, que deben estar vinculadas a una «residencia efectiva». Además, cuestionó los «términos no muy legales» a través de los que se grabaron las palabras de Bergara, e insistió en que es un «gran alcalde para un municipio» que atravie sa dificultades. El PNV, finalmente, también cerró filas en torno al regidor. En una línea muy similar a la empleada horas después por el alcalde, la formación jeltzale insistió en que sus «desafortunadas» manifestaciones no se referían a la inmigración, sino a los «delincuentes».
Las disculpas entonadas por Bergara en las páginas de este periódico no le libraron del aluvión de críticas políticas. El principal partido de la oposición, EH Bildu, exigió al primer edil que se retracte de sus palabras «xenófobas y despectivas» o, en caso contrario, reclamó a la dirección jeltzale que le destituya. «Los inmigrantes han llegado a Sestao como muchos vascos a otros países: por razones económicas y para salir de la miseria», incidió la coalición abertzale en un comunicado en el que, sin embargo, apuntó que el panorama socioeconómico de Sestao, con un 26% de paro, «no es mucho mejor que el de los países de origen de muchos inmigrantes».
«Chulo de barrio»
El portavoz del PSE, José Antonio Pastor, emitió un comunicado en el que calificó de «intolerables y xenófobas» las «indignas» palabras del exdirector foral de Igualdad y le exigió una rectificación. Con el transcurso de las horas, sin embargo, la demanda de responsabilidades fue en aumento. El más contundente fue el exlehendakari y secretario general de los socialistas vascos, Patxi López, que no dudó en exigir al PNV que «eche» al alcalde de Sestao, Josu Bergara, si éste no dimite antes por sus palabras «xenófobas de chulo de barrio». En este sentido, afirmó que a algunos «les gustaría poner concertinas afiladas» para que los que huyen de la miseria no «contaminen nuestra pureza». «No queremos ni la Europa machista de Cañete ni la racista del alcalde de Sestao», incidió López.
La secretaria general del PP vasco, Nerea Llanos, acusó a Bergara de añadir un «problema más» a esta localidad vizcaína, ya que con sus palabras «absolutamente racistas e irresponsables» no ha hecho sino «empeorar su imagen». «Lo que tiene que hacer es rectificar y afanarse en solucionar los problemas de desempleo y delincuencia del municipio», advirtió Llanos. Y Gorka Maneiro (UPyD) reclamó al PNV que le «expulse» del partido por sus declaraciones «racistas».
«Al hablar de ‘mierda’ me refería a los delincuentes, pero lo retiro»
El alcalde de Sestao compareció ayer en el Ayuntamiento, con gesto serio y arropado por ediles del PNV y miembros de la junta municipal del partido, para pedir «disculpas sin matices» por unas palabras que calificó de «inadecuadas». Sin admitir preguntas de los periodistas, Josu Bergara rechazó presentar la dimisión e insistió en que cuando habla de «mierda» en sus conversaciones con los encargados de las inmobiliarias –que le han costado la denuncia de SOS Racismo– se refería a los «delincuentes y a los incívicos» que viven en el municipio. No a ningún «otro tipo de colectivos», justificó, antes de reconocer que se trata de una «expresión inadecuada y que vuelvo a retirar».
El exdirector foral de Igualdad y Derechos Ciudadanos descalificó la grabación realizada por uno de los asistentes a la reunión celebrada hace un año en el Ayuntamiento, ya que aseguró que se tratan de extractos «editados y manipulados». Insistió en que desconoce los «motivos» por los que salen a la luz «ahora», y defendió que sus palabras fueron pronunciadas durante una reunión «tensa» organizada para «evitar que en Sestao haya más pisos patera». Domicilios en los que, según dijo, «se hacinan familias enteras en condiciones higiénicas y salubres no aceptables». En este punto, incidió en que en algunas de estas viviendas habitan personas que no van a Sestao a «labrarse un futuro digno», sino que sus intenciones –dijo– son «alterar la convivencia» y «generar un clima de inseguridad ciudadana» que preocupa a «todo el pueblo, empezando por su alcalde».
EL CORREO 23/05/14