DIARIO VASCO, 25/5/12
PNV, PSE y PP unen sus votos en apoyo de la incineradora, el puerto exterior y el Metro. Los jeltzales avisan por segunda vez a la coalición de que habrá un «conflicto enorme» si no acata las normas forales
La oposición ganó por goleada. PNV, PSE y PP aprobaron ayer en las Juntas Generales ocho mociones de calado en las que piden a la Diputación, entre otras cuestiones, que construya la incineradora y que apueste por el puerto exterior y por el Metro de Donostialdea, además de exigirle que tome iniciativas para reactivar la economía y el empleo.
Bildu ha quedado en casi absoluta soledad en el Parlamento guipuzcoano. El ‘casi’ se debe a Aralar. Su única representante cada vez está más cerca de seguir a pies juntillas a la coalición.
La derrota se produjo en el pleno de las Juntas Generales, en el transcurso de la segunda sesión convocada para debatir el programa de gobierno del Ejecutivo foral. Martín Garitano fue forzado por la oposición a exponer el documento a debate, un hecho sin precedentes, dado que la iniciativa suele corresponder a los diputados generales.
La primera sesión se desarrolló el miércoles y en ella quedó patente que la Diputación sigue un rumbo opuesto al del Parlamento guipuzcoano. PNV, PSE y PP, que disponen de mayoría en la Cámara (28 votos, frente a 22 de Bildu y uno de Aralar), criticaron de forma unánime el programa presentado por Martín Garitano. Lo más suave que tuvo que escuchar el diputado general es que se trata de un «cúmulo de vaguedades».
En la segunda sesión, la de ayer, se debatieron las mociones presentadas por los grupos. Socialistas, jeltzales y populares llegaron con los deberes hechos. Registraron ocho mociones acordadas previamente. Todas ellas fueron aprobadas, con el voto negativo de Bildu.
La fotografía institucional de Gipuzkoa, recién cumplido un año de las elecciones forales, es la siguiente. La Diputación, gobernada en solitario por Bildu, se opone a los proyectos estratégicos de Gipuzkoa que se habían encauzado en la pasada legislatura. Por el contrario, el Parlamento guipuzcoano, donde PNV, PSE y PP cuentan con la representación mayoritaria, apuestan por realizarlos. En resumen, Gobierno foral y Juntas Generales marcan direcciones opuestas.
Problema institucional
Esta contraposición de poderes tiene visos de llegar a provocar un serio problema institucional. La Diputación puede no hacer caso de las mociones (no son vinculantes) y considerar asumible el desgaste político que supone pasar por alto los posicionamientos del Parlamento.
Sin embargo, el conflicto institucional será mayúsculo si el Gobierno de Bildu decide no respetar las normas forales, es decir, las leyes que emanan del Parlamento guipuzcoano.
El portavoz del PNV, Markel Olano, advirtió ayer a Bildu por segunda vez (la primera fue en el pleno del miércoles) del riesgo de choque de trenes. Olano, de natural calmado, ha dejado traslucir en las dos sesiones cierta irritación ante los constantes desplantes de la Diputación respecto de la incineradora.
Garitano reiteró el martes en el pleno que la planta no se va a construir. Este posicionamiento supone una afrenta para el PNV. Los jeltzales permitieron al Gobierno foral sacar adelante el presupuesto de este año, a condición de que aceptara que la institución competente en la planificación de los residuos son las Juntas Generales. Sin embargo, en el mismo pleno de aprobación de las cuentas Garitano dejó claro que la competencia recae en el Consorcio, controlado por Bildu.
Desde aquel pleno (diciembre) Bildu se ha encargado de repetir que la incineradora no se va a construir. El PNV ha soportado estoicamente los desplantes durante todos estos meses, en el convencimiento de que habría un giro, pero lo cierto es que la coalición se ha enrocado. La presión es máxima. El próximo mes expira la moratoria pactada entre el PNV y Bildu. Ésta tenía como fin que la coalición presentara un plan alternativo y que fuera, en criterio del PNV, debatido en las Juntas.
Los jeltzales argumentan que el Plan de Residuos en vigor tiene rango de norma, dado que fue aprobado en la Cámara foral. Por tanto, en opinión de los jeltzales, el plan de Bildu también debe pasar por el Parlamento territorial.
DIARIO VASCO, 25/5/12