Del Blog de Santiago González

El doctor Sánchez compareció tal como había prometido en rueda de prensa tras el primer Consejo de Ministros. Que cumpliera su promesa es destacada novedad, aunque no dijera verdad, ese es otro cantar. Anunció que se va a reunir con Torra y se quejó de que “si nos sentamos dos presidentes de Gobierno parece una noticia extraordinaria”, dando por sentada una relación bilateral que en otro momento reivindicó en sus propios términos, añadiendo que “Torra sigue siendo el presidente de la Generalitat”. No es cierto. La Junta Electoral Central, a la que Sánchez no reconoce de facto, es el organismo competente para aplicar la LOREG y Torra después de su inhabilitación ratificada por el Supremo es un don Nadie. Sánchez también, pero institucionalmente es el presidente del Gobierno.

Dijo este impecable artista de la farsa que Lola Delgado tiene un currículum y una trayectoria impecable, solvente, es una acreditada profesional que vuelve a la Fiscalía. ¿Cuántos minutos? Antes de que entregara la cartera de Justicia  a Juan Carlos Campo ya le había notificado que ella sería la fiscal general. Campo y Delgado van a formar un equipo, un tándem, como le gusta decir a Carmen Calvo, que se va a encargar de ‘desjudicializar la política’, que es el nombre que el doctor fraude y sus amigos golpistas dan a lo que no es más que politización de la justicia

La fiscal Delgado tiene una larga carrera tras de sí. Yo la sigo con mucho interés desde el 6 de febrero de 2009 en que ella acompañó a su amigo íntimo Baltasar Garzón a una cacería en Andújar, el mismo día que el entonces magistrado puso en marcha la cacería Gürtel contra el principal partido de la oposición. En la cena, el juez se sentó con el ministro de Justicia, el comisario jefe de la Policía Judicial y una fiscal que uno, en su ingenuidad apuntó que no habría ido allí a cazar. O sí, habría que decir desde el tiempo transcurrido.

Aquel mismo año Lola Delgado acompañó a Balta a la famosa comida con Villarejo, en la que contó que durante un viaje a Colombia, jueces del Supremo y miembros de la Fiscalía, dieron esquinazo a las dos mujeres de la expedición para ligar con menores. Una fiscal que comenta los delitos como anécdotas. Hay que joderse con la impecable,  solvente y acreditada profesional.

Que vuelve a la Fiscalía, dice. A preguntas de los periodistas sobre el parecer de su vicepresidente, explicó que las decisiones del Consejo de Ministros son colegiadas. Y tiene razón, o sea que Pablo traga. Él no estuvo de acuerdo con el nombramiento de Lola Delgado, no ya para fiscal general sino para ministra de Justicia. Como ministra fue reprobada tres veces por el Congreso en unos pocos meses. Sus charlas salaces con Villarejo fueron causa de una de las tres. Y dijo Iglesias: “Alguien que se reúne de manera afable con un personaje de la basura, de las cloacas de Interior en nuestro país, debe alejarse de la vida política porque hace daño a la mayoría parlamentaria que protagonizó la moción de censura y porque no es aceptable que en este país haya ministros que sean amigos de tipejos como Villarejo”. Y tenía razón, alguna vez había que dársela.