La picaresca desinfla la huelga de hambre etarra

LA RAZÓN, 15/8/12

Varios presos han sido pillados in fraganti comiendo y en algunas celdas se han encontrado alimentos / Ya se han dado de baja 29 reclusos

En plena guerra de cifras sobre el número de presos etarras en huelga de hambre para forzar la libertad Iosu Uribetxeberria, parece que no todos los reclusos de la banda terrorista afrontan el ayuno con el mismo entusiasmo. La picaresca llega también a las prisiones. Según fuentes penitenciarias, casi todo vale con tal de inflar las estadísticas y a algunos presos de ETA, supuestamente en huelga de hambre, «se les ha pillado in fraganti comiendo», a otros se les ha encontrado comida en la celda y «muchos se declaran en huelga de hambre un solo día». Según esas mismas fuentes, varios reclusos han optado por no probar la comida que se sirve en el centro penitenciario, pero se abastecen en los economatos. Y otros se limitan a secundar una huelga de patio.

A día de ayer, y aunque Herrira –el colectivo de apoyo a los presos de la banda terrorista– elevaba a 430 el número de etarras que se han negado a comer en solidaridad con el secuestrador de Ortega Lara y el industrial Iglesias Zamora, Instituciones Penitenciarias reducía esa cifra a 254, de los que 29 ya habrían abandonado la medida, lo que dejaría en 225 los presos en huelga de hambre.

Según las fuentes consultadas, en la prisión de Logroño, donde se encuentra cumpliendo condena Arnaldo Otegi, «se ha encontrado comida en dos celdas» pertenecientes a alguno de los seis reclusos que se negaron a comer (ninguna es la del ex portavoz de la ilegalizada Batasuna). «Aunque no sabemos si han comido o no», matizan. «Muchos se declaran en huelga de hambre por un sólo día con el objetivo de engordar las cifras. No desayunan ni comen ni cenan y, al día siguiente, vuelven a comer», explican.

Más embarazoso ha resultado para los afectados ser sorprendidos por los funcionarios rompiendo el ayuno. «A algunos se les ha pillado in fraganti comiendo», aseguran. En estos casos, añaden, algunos presos han optado por cambiar el formulario de huelga de hambre (que deben rellenar y trasladar al centro si optan por negarse a comer) «por otro en el que únicamente dejan constancia de que la huelga de hambre sólo afecta a la comida que se sirve en prisión» (y no, por tanto, a la que se puede adquirir en el economato de la cárcel).

Y es que los presos disponen del conocido como «pecunio», una tarjeta que los familiares pueden recargar (con un tope máximo mensual) y con la que se adquieren alimentos y bebidas en los economatos de los centros penitenciarios. «Algunos presos desayunan y comen y en la cena se ponen en huelga de hambre, por ejemplo», aseguran.

Mientras, Uribetxeberria se mantiene estable en su séptimo día de huelga de hambre, a la espera de que los médicos faciliten a las autoridades penitenciarias los resultados de las pruebas que se le practicaron para evaluar la evolución del cáncer de riñón que padece, que determinará su posible excarcelación. De hecho, la última palabra sobre el futuro del secuestrador de Ortega Lara la tendrá la Audiencia Nacional. En primer lugar, será Instituciones Penitenciarias quien deberá concederle el tercer grado «por razones humanitarias» si se determina en un informe médico que padece una enfermedad muy grave «con padecimientos incurables». Salvado ese escollo, y al tratarse de un preso terrorista, tiene que ser el juez central de Vigilancia Penitenciaria, José Luis Castro, quien decida sobre su libertad provisional. Al encontrarse estos días de vacaciones, le correspondería pronunciarse al respecto al juez de guardia de la Audiencia Nacional, hasta el próximo domingo el magistrado Santiago Pedraz.

Entre quienes han expresado públicamente su apoyo a Uribetxeberria se encuentra el ex secretario de la Alcaldía de San Sebastián Josetxo Ibazeta, imputado por enaltecimiento del terrorismo y amenazas tras increpar a un grupo de seguidores que celebraban la victoria española en la Eurocopa el pasado 1 de julio en San Sebastián. Ibazeta, que dimitió de su cargo tras hacerse público el incidente (durante el cual llegó a lanzar un viva a ETA), se dejó ver ayer en una concentración celebrada frente a las puertas del hospital Donostia de la capital donostiarra –donde está internado Uribetxeberria– para exigir la libertad del etarra.

Veto a un juego «inmoral»
El delegado del Gobierno en el País Vasco, Carlos Urquijo, exigió ayer que no se ponga a la venta tal y como está diseñado   actualmente el vídeojuego «Counter-Strike: Global Offensive», que plantea la posibilidad de jugar como miembro de un grupo terrorista muy similar a ETA. A su juicio, es un «disparate absoluto» y una   «inmoralidad» que «humilla» a las víctimas. Es más, el delegado del Gobierno no quiso olvidarse de un detalle muy importante y subrayó que la productora comete el «error» de calificar a los   integrantes de ETA como «separatistas».

LA RAZÓN, 15/8/12