IÑAKI EZKERRA-EL CORREO

  • Quien ha salido tocado no es el CNI, sino todos los demás, incluido el Gobierno

Es el argumento con el que Meritxell Batet justificó el cambio en el reglamento de la Cámara Baja que abría la puerta de la Comisión de Secretos Oficiales al circo de ERC, JuntsxCat, la CUP y Bildu: «Lo hago por razón de Estado». Meritxell Batet cree en la magia de las palabras y que la mera invocación de la razón de Estado puede disfrazar la sinrazón más antiestatal. Lo que agrava su desafuero es que en esa magia potagia del lenguaje cree también Cuca Gamarra, que en vez de anunciar una moción de censura contra el Gobierno, que es lo único que hoy cabe anunciarse, invoca la misma razón de Estado para justificar su apoyo a la Ley de Seguridad Nacional y al Gobierno por lo tanto. La sesión circense termina, así, con un numerito de transformismo a dúo: Meritxell Gamarra y Cuca Batet.

No. Las palabras no cambian la realidad por pomposas que sean. Si la seguridad nacional dependiera de esa ley, ya podemos echar todos a correr. Por suerte, depende de la profesionalidad de los miembros del CNI, que, empezando por Paz Esteban, han hecho lo que se esperaba de ellos y lo que esperaba el propio Sánchez: no responder a las provocaciones y no soltar prenda. Ya ha habido algún tertuliano creativo que les pedía que mostraran las grabaciones hechas a los secesionistas para evidenciar la gravedad de su conjura. Afortunadamente, no lo han hecho. No han mostrado ni esas grabaciones ni las órdenes dictadas por Sánchez para realizarlas, ni las pruebas de que Sánchez estaba puntualmente al tanto de estas ni de que él y sus ministros disponían de teléfonos blindados, solo que no les ha dado la gana usarlos. Podrían haber mostrado las cloacas del secesionismo, del populismo, del sanchismo y de todos los que hablan de las cloacas del Estado. No lo han hecho y, gracias a que no lo han hecho, el prestigio del CNI sigue intacto. Quien aquí ha salido tocado no es el CNI, sino todos los demás, incluido el Gobierno.

No. Gamarra y su jefe no han entendido que lo que produce inseguridad no es que no salga esa ley sanchista, sino cada día que aguantan Sánchez y sus socios en el poder. Inseguridad en todos los órdenes de la vida civil. Y es que la entrega del puesto de Paz Esteban a unos delincuentes convictos e indultados va más allá de una cerdada política. Es la prueba flagrante de que en este país ni las trayectorias personales ni los méritos profesionales valen nada. El cese de Paz Esteban nos dice que ningún ciudadano estamos ya seguros. Por eso es precisa la moción de censura, aunque no se gane. Serviría, además, para delatar el paripé de la falsa desavenencia de Sánchez con los secesionistas catalanes y con Bildu. ¿Alguien piensa que lo iban a dejar caer?