La revolución pendiente de Ciudadanos

JAVIER REDONDO – EL MUNDO – 12/03/17

· Ciudadanos no está maleado. Por tanto, su comportamiento obedece a una lógica que no es de este mundo sino del de Alicia. Su razonamiento es de cajón: «Firmamos un pacto de legislatura con el PP; en algunos puntos, la dilación en su cumplimiento es inexplicable; entre tanto, el tiempo pasa, la situación política se estabiliza y nos diluimos». O sea, C’s ni es Gobierno ni es oposición. Primero decidió no ser Gobierno. Y el tan calculado inmovilismo de Rajoy le empuja a ser más oposición.

Rajoy lo tiene claro: no le desvelan los puntos del pacto de los que hace bandera C’s porque está «concentrado en la política económica, el crecimiento y el empleo» -esto sí que son lentejas-. Además, considera que el trabajo regenerador ya lo están haciendo los jueces. Rajoy ha forzado demasiado su estatismo. Bastante ha resistido quieto el hiperactivo Rivera. Tanto, que ahora explota y parece dispuesto a mezclar sus burbujas con Podemos.

Hace tres días, Girauta aparecía incómodo en la foto con Hernando (PSOE), Montero (Podemos) y Garzón (enterrador de IU, también de Podemos). Ayer, la imagen que ilustraba la información de EL MUNDO sobre el acercamiento entre estas fuerzas hablaba por sí sola. El propio Girauta y Rivera parecían preguntarse: «¿Cómo hemos llegado a esto?». Muestran algo más que incomodidad. Reflejan desconcierto y agobio. Como C’s no está maleado, cree ingenuamente que «existe un espacio de acuerdo con Podemos». Girauta sabe que la huida hacia delante tiene trampa. El PP enreda a C’s al asegurar que la limitación de mandatos requiere una reforma constitucional.

Probablemente exagere. Pero si Podemos acepta esa mercancía, la situación de C’s va a ser ciertamente comprometida. A Podemos le resbala la limitación de mandatos, lo que quiere es la consulta, abrir la Constitución y parlotear en las teles sobres el referéndum que «incluya todas las cosas juntas» (aforamientos, limitación de mandatos y el artículo 135 que nos ancla a Europa) y los referéndums que hayan de venir sobre «cualquier cambio», subraya hábilmente Montero. C’s debe elevar el debate. No lo ha hecho.

¿Se puede obligar a unas Cortes a prescindir de un candidato? ¿Puede un diputado ver mermadas sus oportunidades respecto del resto de la Cámara? Da la sensación que C’s pretendía refrescar y dinamizar los liderazgos y deposita la responsabilidad de hacerlo en el Parlamento. En cuanto a limitación de mandatos, un sistema parlamentario es mucho más complejo que el presidencial. No cabe duda de que C’s ha introducido en la política española prácticas y nociones muy saludables. Ahora bien, su revolución pendiente tiene que ver con el fondo, la calidad y racionalidad de las cuestiones que pretende situar en la agenda. En eso siguen ofreciendo sólo destellos.

Quizás el pecado original de C’s fue no querer contaminarse compartiendo Gobierno con el PP. Para ser ninguneados dentro, mejor fuera, debieron pensar en un ejercicio pesimista de prospectiva. Ahora el PSOE da largas -o anuncia jactancioso la moción de censura el Murcia- y Podemos se agarra al referéndum. ¿Está seguro C’s de que capitalizará el éxito mediático de su nueva posición? El PP lo ha conducido a un callejón sin salida.O bien, lo ha obligado a retratarse y madurar.

JAVIER REDONDO – EL MUNDO – 12/03/17