IGNACIO CAMACHO – ABC – 29/05/16
· El único objetivo de Sánchez es el de quedar por delante de Podemos. Lo de ganar es retórica para llamar al voto útil.
Por mucho que el argumentario del PSOE repita la idea de que sólo va a gobernar si gana las elecciones, el único objetivo de Pedro Sánchez es el de quedar por delante de Unidos Podemos. La segunda plaza en el podio. Lo de ser los primeros es mera retórica de campaña para convocar al voto útil; no hay nadie en España que discuta que ese puesto será para el PP, al que por cierto la izquierda regatea el título de vencedor cuando resulta el más votado. Con cierta razón porque ganar, lo que se dice ganar, gana el que logra formar Gobierno. Y ése quiere ser Pedro Sánchez.
El candidato socialista no ha cambiado de plan: pretende obtener la investidura con el respaldo de Podemos. Cuando dice que sólo podrá ser presidente si sale ganador en las urnas no está adquiriendo un compromiso sino expresando una especie de lamento. Alude a una falsa convicción de que Pablo Iglesias le negará su apoyo, cosa que tampoco cree; otra apelación al voto agrupado.
En realidad sabe que su única posibilidad consiste en crear presión sociológica sobre el líder radical, para lo cual necesita antes que nada superarlo en resultados. Si queda tercero, el PSOE tendrá un problema gigantesco que afectará en primer lugar al liderazgo y luego a la decisión crucial de permitir que gobierne el PP o entregar el poder, como en las grandes ciudades, al partido que quiere liquidarlo. La simple posibilidad provoca vértigo en las filas socialdemócratas; en un caso así, hagan lo que hagan saldrán trituradas del lance.
Pero el cálculo optimista de la dirección pasa por articular la coalición de izquierdas, con los nacionalistas en un segundo plano más o menos pasivo aunque coadyuvante. El proyecto que impidieron en el pasado invierno las fuerzas telúricas de la organización, las fieles de la tradición del partido de Estado. Esta semana he preguntado en público a dos miembros de la dirección sanchista –Oscar López y Rafael Simancas– con quién no piensan pactar en ningún supuesto. Ambos dieron idéntica respuesta: con el Partido Popular. Es postura oficial. Podemos no sólo no está descartado sino que es la baza decisiva para intentar alcanzar el poder… y salvar el liderazgo.
En la entrevista de ayer con ABC, Sánchez ha confirmado su intención de resistir de cualquier manera, apelando al sufragio de la militancia si es necesario. No piensa sólo en someter a votación su cargo, para disuadir a Susana Díaz de disputárselo, sino en consultar la eventual estrategia de acuerdos poselectorales. Hasta el 26 de junio se enfrenta a Rajoy, a Iglesias y a Rivera; a partir de esa misma noche tendrá que medirse de nuevo con su propio partido, y esta vez será una batalla con vencedores y vencidos. En el seno del PSOE también hay segunda vuelta del 20-D. El desempate de un pulso interno que quedó en tablas durante la legislatura fallida.
IGNACIO CAMACHO – ABC – 29/05/16