300 entidades que no están en la Comisión Islámica reclaman entrar en ella, denunciando que este órgano de representación «no es democrático». Negocian una fusión con la Unión de Comunidades Islámicas de España.
Unas 300 comunidades musulmanas tienen previsto fundar, el próximo 2 de abril, la Comisión Musulmana de España (CME), el nombre oficial de la plataforma que desde 2007 busca hacerse un hueco en la Comisión Islámica de España (CIE), el máximo órgano de representación de los musulmanes y de interlocución con el Gobierno.
Estas entidades conforman lo que podría denominarse como la tercera vía del islam español y se proponen como una alternativa occidentalizada frente a una CIE que, dicen, «no es democrática» y está «obsoleta».
La CIE, que viene a ser el equivalente de la Conferencia Episcopal de los católicos y se encarga de negociar con el Estado el reparto de las subvenciones, la formación de imames, la asistencia religiosa en escuelas, cárceles y cuarteles o la creación de cementerios propios, lleva años sumida en el letargo.
Este organismo, creado en 1992 bajo el Acuerdo de Cooperación entre el Estado y la confesión musulmana, está formado por dos grandes federaciones: la mayoritaria Unión de Comunidades Islámicas de España (Ucide), liderada por el español nacido en Siria Riay Tatary, y la promarroquí Federación Española de Entidades Religiosas de España (Feeri), encabezada por el ceutí Mohamed Hamed Alí.
Según las fuentes consultadas, tan mal se llevan Tatary y Alí que el órgano representativo del islam lleva dos años sin recibir subvenciones estatales: Justicia les ha exigido que soliciten las ayudas a nombre de un único interlocutor, la CIE, y ellos insisten en pedirlas por separado, uno para la Ucide y otro para la Feeri, aun a riesgo de quedarse sin nada.
Actualmente, en el Registro de Entidades Religiosas del Ministerio de Justicia están inscritas 916 entidades musulmanas, detalla a EL MUNDO el director general de Asuntos Religiosos, José María Contreras. 550 forman la mayoritaria Ucide y 74, la Feeri. El resto -unas 300- se encuentra fuera de la CIE, fundamentalmente porque no existían cuando nació este órgano.
Ahora las cosas han cambiado y los 100.000 musulmanes que vivían en España hace 19 años son ya más de un millón. El tercio de comunidades que se queda fuera de la CIE recuerda que da sustento espiritual a «decenas de miles de personas» y reclama su parte del pastel, con el fin de poder relacionarse con el Gobierno al mismo nivel que la Ucide y la Feeri. De hecho, se encuentran en conversaciones con Tatary, estudiando una posible fusión con la Ucide. El pasado día 17, se creó una comisión negociadora formada por siete miembros para intentar llegar a un acuerdo con el imam de la mezquita del barrio madrileño de Tetuán.
«Estamos en fase de intentar llevar a cabo este proceso, pero necesito consensuarlo con los representantes de la Ucide», señala a este diario Tatary.
Desde la Feeri también ha habido algún acercamiento. Pero la afinidad, hoy por hoy, es mayor con la Ucide. «La Feeri gobierna con apoyo económico extranjero [de Marruecos] y sin consultar con las bases», denuncia Félix Herrero, vicepresidente de la Federación Musulmana de España (Feme), tercera federación nacional y una de las impulsoras de la CME. Herrero es también ex presidente de la Feeri y ex secretario general de la CIE.
En cualquier caso, la CME se constituirá oficialmente el 2 de abril y después se registrará en Justicia «con o sin el respaldo» de las federaciones mayoritarias. Estará integrada por los grupos que en 2007 crearon la plataforma -la Feme, el Consejo Islámico de Cataluña, el Consejo Islámico Superior de la Comunidad Valenciana (Ciscova), la Federación Islámica de Baleares y la Federación Islámica de Murcia- más decenas de comunidades y federaciones autonómicas que se han ido sumando después No estarán la Junta Islámica ni la Junta Islámica Catalana de Abdennur Prado, autor del polémico artículo Tendrán su 11-M.
La propuesta para fundar lo que ya se llama la «CIE II» contempla que cualquier comunidad islámica que lo desee pueda ingresar en este organismo «sin cortapisas». Por eso quieren que el Gobierno extienda el Acuerdo de Cooperación más allá de la Ucide y de la Feeri. También plantean que las mujeres puedan acceder a los órganos directivos de la CIE (actualmente no hay ninguna). Y piden crear dos figuras: una comisión permanente o asamblea y una junta directiva. La primera elegirá a la segunda. Por cada 20 comunidades, se tendrá derecho a un voto.
«Estamos haciendo lo mismo que en Túnez y en Egipto, buscamos democratizar la representación de nuestra religión», resume Yusuf Fernández, secretario de la Feme y uno de los promotores de la plataforma. Añade que «el objetivo es que toda la información llegue al mayor número de musulmanes, y la mejor forma es internet». Así que en breve pondrán en la web www.islamico.org todos los detalles sobre la CME.
«Defendemos un islam que no discrimine a nadie, que propugne la integración, que diga: ‘Si no quieres llevar pañuelo, no lo lleves’, que esté dentro del marco constitucional español», apunta Félix Herrero.
La CME tiene el beneplácito del Gobierno, que es partidario de abrir la CIE a más comunidades. «Todo lo que sea una forma de buscar una mayor representación nos parece bien», afirma Contreras. «Queremos que las organizaciones busquen instrumentos de participación y representación. Cuanto más grande y más representativa sea, mejor».
> Mohamed Hadad Alí. La Feeri lleva desde hace años una orientación promarroquí. Su presidente, el ceutí Mohamed Hadad Alí, reivindica que se ceda esta ciudad al país vecino y quiere que se rece a la manera de allí. El secretario general de la Feeri es Mohamed Kharchich, que trabaja en la mezquita de la M-30 (de influencia saudí) y es miembro del Consejo de la Comunidad Marroquí en el Extranjero.
>Riay Tatary. Nacido en Damasco (Siria), es el imam de la mezquita central de Madrid, ubicada en el barrio de Tetuán. Llegó a España en 1970 y estudió Medicina en Oviedo. El presidente de la Ucide dice que en la CIE no hay mujeres «porque no están preparadas» y está en contra de los matrimonios gays. Se le vincula con los Hermanos Musulmanes, pero él lo niega.
>Amparo Sánchez. La CME aún no ha elegido a sus representantes. Esta valenciana, presidenta del Centro Cultural Islámico de Valencia, es una de las impulsoras de la plataforma. Progresista, defensora de la igualdad y de los encuentros interconfesionales, es la primera mujer que dirige una entidad islámica en España. «Hay que dejar que cada mujer musulmana decida si usa pañuelo», dice.
EL MUNDO, 28/3/2011