RAMÓN PÉREZ-MAURA, ABC – 13/01/15
· Una minoría de musulmanes dice que el islam es una religión de paz, pero ni uno dice que los Kouachi son asesinos.
Usted no sabrá quién es Sajid Javid. Ni tiene por qué saberlo. Javid es el hijo de un chófer de autobús paquistaní. Musulmán, claro. El padre de Sajid se instaló en la década de 1960 en Rochdale (Lancashire) donde Sajid, uno de sus cinco hijos, nació en 1969. Es decir, Sajid Javid es un inglés de segunda generación, hijo de un padre musulmán que se nacionalizó británico. Igual que los asesinos del «Charlie Hebdo», sólo que el padre de estos fue a Francia y con alguna otra diferencia.
Mientras que los hermanos Cherif y Said Kouachi evolucionaron hacia lo que la mayoría del planeta tierra sabe hoy, ser unos asesinos despiadados, Javid hizo una carrera que casi nadie fuera del Reino Unido conoce. Se benefició de la enseñanza pública, terminando en la Universidad de Exeter, donde se licenció en Ciencias Políticas y Económicas. Luego entró en el Chase Manhattan Bank –el chico ya apuntaba fatal, claro– donde con 25 años se convirtió en el vicepresidente más joven de la historia de la entidad bancaria. De ahí se fue al Deutsche Bank donde hizo carrera hasta que en 2009 decidió convertirse en servidor público. Javid es hoy el ministro de Cultura, Medios de Comunicación, Deporte e Igualdad del Gobierno británico. Es decir, además de todo lo anterior, es conservador.
Este musulmán, a diferencia de lo que dice Ángela Merkel y otros buenistas entre los que parece que se extiende la tontuna, declaraba el pasado domingo a la BBC Radio 5 que «creo que la respuesta cómoda para la gente es decir que esto no ha tenido nada que ver, en absoluto, con el islam y los musulmanes y que el debate se acaba ahí. Eso es acomodaticio y está equivocado. No puedes negar el hecho de que esta gente está usando el islam, están empleando una gran religión pacífica de un millardo de fieles alrededor del mundo como su herramienta para ejecutar sus horribles actividades». Se puede decir más alto, pero no más claro.
Parece inverosímil que todavía haya alguien negando que la religión sea empleada como arma en este conflicto. Y sí, una pequeña minoría de musulmanes dice que «el islam es una religión de paz» y frases preciosas parecidas; pero ni uno afirma que los hermanos Kouachi son unos asesinos de la peor especie. Ni mucho menos Amedy Coulibaly, que mató a cuatro judíos de los que los que hablan del ataque a «Charlie Hebdo» nunca se acuerdan. Porque los judíos tienen que hacérselo perdonar. En 2013 el 40 por ciento de la violencia racista que hubo en Francia se dirigió contra los judíos que representan el… 1 por ciento de la población.
Sigan ignorando la realidad si quieren. Y no escuchen a personas como Sajid Javid que está descalificado para opinar: nació musulmán y luego fue banquero de éxito e hizo carrera en el Partido Conservador británico. Y encima ha perdido su fe y se declara agnóstico. Acabáramos.
RAMÓN PÉREZ-MAURA, ABC – 13/01/15