EL MUNDO – 19/03/16
· A partir de la medianoche de mañana, las puertas de Europa están cerradas. Los jefes de Estado y de Gobierno de la UE finiquitaron ayer en Bruselas un esperado acuerdo por el que Turquía se compromete a aceptar la devolución sistemática de prácticamente todos los «migrantes irregulares» que lleguen a Grecia desde su costa, incluyendo a los refugiados.
· El mensaje es muy claro y así lo explicaron Merkel, Tusk, Juncker y el primer ministro Davutoglu: si entras de forma irregular en Europa, serás devuelto de forma inmediata a Turquía.
Si eres un demandante de asilo que huye de Siria, Afganistán o Irak, pero has pasado en tu ruta por Turquía, serás devuelto de forma inmediata. Si llegas a las islas griegas a partir del 20 de marzo, no sólo habrás perdido tiempo y dinero, sino que además serás castigado, pues tu nombre pasará irremediablemente al final de la ingente lista de los que aspiran a encontrar acomodo en el futuro.
«El acuerdo cumple con todas las leyes europeas e internacionales. Cada migrante será tratado de forma individual, con todo el respeto y dignidad», explicó el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, tras los dos días en los que ha mediado entre todas las partes para completar un rompecabezas impensable hace unas semanas.
«Hemos logrado un acuerdo razonable, conforme a la legalidad y que pretende dar una respuesta eficaz al drama actual de los refugiados», aseguró a la salida Mariano Rajoy, insistiendo en que «el acuerdo alcanzado respeta escrupulosamente la resolución del Parlamento español». Según fuentes diplomáticas, la delegación española se reunió ayer de madrugada con el equipo de Tusk para insistir en la necesidad de hacer constar en el documento final algunas de las líneas rojas del Parlamento español.
Al final así ha sido. En el texto se estipula que será «una medida temporal y extraordinaria», que «todas las peticiones se procesarán individualmente por las autoridades griegas» y que «se excluye cualquier tipo de expulsión colectiva». Lo que necesitaba Rajoy de cara a las fuerzas políticas. Pero en la práctica la diferencia será muy pequeña.
Turquía logra la promesa de que en menos de una semana habrá una «lista de proyectos» y que los 3.000 millones de euros que se aprobaron en noviembre se empezarán a desembolsar de inmediato.
Y que cuando ese dinero se agote, se aportarán otros 3.000 millones más. Además, se agilizarán todavía más las negociaciones para la supresión de los visados para los turcos que quieran venir a Europa y se abrirá el capítulo 33 de las negociaciones para su futura adhesión a la UE.
A cambio, Erdogan y Davutoglu se comprometen a luchar contra las mafias de traficantes de personas, a impedir la salida de refugiados desde sus costas y a readmitir, garantizando protección total, a los refugiados que sean devueltos a su territorio. No colectivamente, porque es ilegal. Se deben tramitar uno a uno todos los expedientes, pero al considerar que Turquía es un «país seguro», se denegará sistemáticamente el asilo en la UE al que haya pasado antes por Turquía. Algo que ha generado la indignación del Parlamento, ACNUR, y la práctica totalidad de ONG y organizaciones internacionales.
La fricción estaba en cuándo. Ahora mismo Grecia no está preparada para recibir a decenas de miles de personas, alojarlas, gestionar sus peticiones de asilo y denegarlas en «cuatro o cinco días» máximo, que es el objetivo, según explican fuentes europeas. Así que técnicamente el acuerdo no se podría poner en marcha de forma inmediata, porque es necesario también que Turquía cambie varias leyes.
El problema es que como el acuerdo no será retroactivo, sólo se podría empezar a devolver masivamente a Turquía a la gente que llegue desde la entrada en vigor del pacto. Y si eso se retrasara mucho tiempo sería una invitación a miles de personas que están ahora mismo al otro lado del mar que tratarán de llegar, porque si lo intentan después serán retornados casi irremediablemente. Por eso se ha escogido y consensuado la fecha del 20 de marzo.
Además, hay un elemento adicional que lo complica todo. El pacto implica que por cada sirio ilegal que sea devuelto a Turquía otro sirio sea realojado legalmente en Europa desde un campamento turco, hasta un máximo de 72.000. Pero Ankara no se fía de los griegos así que exige que antes de empezar el procedimiento todas las islas griegas sean vaciadas y los refugiados que estén allí sean llevados a territorio peninsular heleno para empezar de cero.
Las dudas son lógicas. Es imposible que Grecia pueda hacer algo como lo que se le pide. La Comisión Europea nombró ayer al eurofuncionario Maarten Verwey responsable de este acuerdo. Deberá coordinar a las «4.000 personas de Grecia, la UE, los Estados Miembros y Frontex» que serán necesarias. Trabajadores, funcionarios, jueces, abogados, etcétera.
TURQUÍA EMPIEZA A ACTUAR EN EL EGEO
Patrullas. Al tiempo que los líderes europeos ultimaban el acuerdo, las autoridades turcas interceptaban en la mañana de ayer a varios cientos de migrantes que intentaban alcanzar Lesbos.
Más de mil detenidos. Unas 1.200 personas, entre las detenidas en el mar y otras en las costas turcas del Egeo, fueron confinadas en un polideportivo de Dikili, según informaron autoridades locales.
Sirios y afganos. La mismas fuentes dijeron a Reuters que interrogarán a los migrantes, la mayoría de Siria y Afganistán, para que expliquen su origen y valorarán qué medidas adoptarán con ellos.
EL MUNDO – 19/03/16