La UE estudia suspender Schengen

EL MUNDO – 04/12/15

· El espacio de libre circulación podría anularse durante dos años por el flujo de refugiados.

Parafraseando el cuento de Pedro y el Lobo, un buen número de voces llevan meses alertando en Europa de que Schengen está en peligro. Y tanto se ha dicho, y tanto se ha ignorado, que las amenazas reales pueden coger por sorpresa y a pie cambiado a más de uno. El espacio de libre circulación es uno de los logros más espectaculares en la historia de la UE, pero no es irreversible ni inmune a las amenazas. Y ahora mismo está en el momento más crítico de sus 31 años de historia.

Los ministros de Interior comunitarios se reúnen hoy viernes en Bruselas y por primera vez está sobre la mesa la posibilidad de suspender Schengen temporalmente, hasta dos años, por la incapacidad de los Estados miembros de gestionar la crisis de refugiados.

En los últimos días Grecia ha vuelto a estar en el foco. El país es absolutamente incapaz de gestionar sus fronteras (no tiene ninguna terrestre con otro país de la UE), de cumplir con lo que estipula la legislación e identificar y registrar a todos los refugiados que llegan a sus islas. Bruselas lo ha pedido por activa y por pasiva, pero la comunicación con el Ejecutivo de Syriza no ha sido nunca la mejor virtud comunitaria. El mes pasado y el anterior los halcones, con Hungría a la cabeza, empezaron a sugerir que Grecia debería asumir su incapacidad y pedir ayuda para ello, incluso a ejércitos extranjeros. Alexis Tsipras se ha negado y todavía se niega, pero el jueves ya pidió refuerzos materiales para una crisis que supera ampliamente sus capacidades.

La Comisión Europea ha repetido en las últimas 48 horas que el Código Schengen, a través del artículo 25, permite una salida temporal de Schengen en casos excepcionales. Ya ha ocurrido. Los ministros, sin embargo, irán un paso más allá. Según un documento de trabajo de la Presidencia temporal de la UE, que corresponde a Luxemburgo, lo que se valora ahora es algo tan brutal como la posibilidad de suspender durante dos años el espacio de libre circulación. No para Grecia, sino en general, para todos.

Sería invocar no el artículo 25, sino primero el 19 y luego el 26, algo más grave. El documento, con fecha del 1 de diciembre y discutido por los embajadores de los 18 ante la UE en el llamado Coreper, que prepara las reuniones de ministros y jefes de Gobierno, es lo suficientemente vago en sus términos como para no generar alarma automáticamente. Pero deja entrever que se buscan opciones más allá de las contempladas hasta ahora y mucho más radicales.

Fuentes diplomáticas consultadas por este diario insisten en rebajar el tono, pero coinciden en que la deriva es preocupante y rápida. Algunos países como Alemania, Austria y más recientemente Francia o Suecia han pedido la suspensión temporal, durante horas, días o unas semanas, siempre dentro de las directrices que permite el Código, por un flujo demasiado grande de refugiados, por estar desbordados o por motivos de seguridad. Informando a la Comisión Europea y sus vecinos (aunque de forma insuficiente, según se reconoce en ese mismo documento filtrado) y recibiendo el visto bueno a posteriori por las instituciones europeas. Igualmente, otros como Hungría han levantado muros en sus fronteras. Y las tensiones entre vecinos han aumentado como nunca antes.

Unos cuantos líderes, con Angela Merkel a la cabeza, han alertado ante sus socios que si no se encontraba un mecanismo para un reparto justo y solidario de los refugiados, Schengen podría desaparecer. El documento que van a ver los ministros no es vinculante, no es inevitable, pero es más cercano que nunca.

Su objetivo es asustar a Grecia para que pida ayuda y no sea necesario ni dejar fuera a Atenas ni forzar una reacción en cadena. Meter presión. Pero es un paso arriesgado y de consecuencias imprevisibles. En parte, la amenaza funciona ya, pues Frontex, la agencia europea, anunció ayer que Alexis Tsipras ha aceptado su ayuda para el control de su frontera con Macedonia y activado dos protocolos de protección civil que implicará dinero de los Veintiocho. «No permitiremos que este proyecto sea destruido», ha asegurado el comisario europeo de Inmigración, el griego Avramopoulos.

Los jefes de Estado y de Gobierno de los Veintiocho se reunirán en un Consejo el próximo día 17 en Bruselas, y quieren que para entonces Atenas tenga ayuda, que ponga en marcha los llamados hotspots, centros para identificación y control de refugiados en busca de asilo. Pocos, o nadie, quieren imaginar un escenario sin libre circulación.

ALTA TENSIÓN EN MACEDONIA

La muerte de un joven marroquí de 22 años ha encendido aún más los ánimos de unos 3.000 inmigrantes retenidos en la frontera con Serbia y Macedonia. Este último país levantó una valla hace unos días para controlar el flujo migratorio y filtrar a aquellos que llegan de Siria, Irak o Afganistán del resto de solicitantes de asilo de otros países, a los que se deniega el paso. Estos inmigrantes llevan días hacinados en los puestos fronterizos sin posibilidad de seguir su camino hacia Alemania, lo que desemboca a diario en enfrentamientos con la policía antidisturbios. «La tensión va en aumento», según asegura la Organización Internacional de las Migraciones.

EL MUNDO – 04/12/15