IÑAKI EZKERRA-EL CORREO

  • Portugal modifica el IVA de la tarifa eléctrica según el poder adquisitivo del contribuyente

Confieso que el caso de María Jesús Montero me tiene intrigado, esa extraña insistencia suya en que la Unión Europea le impide bajar primero el IVA de las mascarillas y ahora el del recibo de la luz. No entiendo esa pertinaz obstinación en una coartada que se ha demostrado fallida y fácilmente rebatible. Ya el periodista Vicente Vallés se la desmanteló hace dos meses en un informativo que se hizo viral, pero ella vuelve a las andadas. Vuelve Montero a echar la culpa a la UE y vuelve Vallés a ponerla en evidencia. La única explicación que yo le encuentro a ese empecinamiento es que hay alguien que se está haciendo pasar por la UE para engañar, atormentar y dejar en ridículo a la pobre mujer. Esta inquietante hipótesis me recuerda una célebre película, ‘Luz de gas’, en la que un malvado marido hacía creer a su esposa que se estaba volviendo loca a base de provocar aterradores ruidos en la casa y misteriosos cambios de iluminación cuya veracidad él ponía en duda. ¿Tiene María Jesús Montero un marido que se disfraza de la UE o está haciendo la UE un doble juego con María Jesús Montero y le prohíbe, en efecto, que baje los IVAs para después negar tal prohibición y lograr que la internen con un diagnóstico de delirio paranoide?

Uno entiende la mala suerte que ha tenido esta señora. Le ha tocado defender una cosa y la contraria en una era como la de Internet en la que todo queda registrado y además resulta facilísimo acceder a esos registros. Uno entiende que sea duro pasar de una Junta de Andalucía, en la que los ERE llovían del cielo, a un Ministerio de Hacienda en el que le han dicho que el dinero es limitado y que los Reyes Magos son los ciudadanos que pagan impuestos. Es ese tardío descubrimiento, un tanto inusitado a la edad adulta, el que lleva a Iglesias a hacer como que hace oposición al Gobierno del que él mismo forma parte y a la propia Montero a renunciar a seguir el interesante ejemplo de un modelo tan de izquierdas como el del Ejecutivo portugués, que sube y baja el IVA en la tarifa eléctrica según el poder adquisitivo del contribuyente.

La verdad es que es jodido ser político. Echenique no le pagaba la Seguridad Social a su asistente porque se lo impedía su religión; Iglesias no vive en Vallecas porque no le dejan sus padres o su mujer o porque el mundo le ha hecho así; a los nacionalistas catalanes España les roba y a María Jesús Montero Europa la persigue. El caso es estremecedor y como para ponerle protección policial. Yo es que, como me encuentre por la calle con la UE, le voy a cantar las cuarenta. Por cierto, tengo que confesar que siempre he querido votar al PNV, pero me lo impide el Fondo Monetario Internacional.