ABC
· «Respetar la ley y los límites que impone a quienes gobiernan es una obligación»
· «Toda acción en contra de la Constitución de un Estado es una acción en contra del marco legal de la UE»
La Comisión Europea reiteró ayer su doctrina tradicional al recordar que una región que se separe de un Estado miembro también se separaría de la Unión Europea. A preguntas de los periodistas, la portavoz Mina Andreeva se remitió a las palabras del portavoz jefe de la Comisión Europea, Margaritis Schinas, quien el miércoles, horas antes de que el Parlament aprobase las leyes, recordó: «Nuestra posición es bien conocida, no ha cambiado. No tenemos posiciones ni opiniones ni comentarios sobre cuestiones que afecten al orden constitucional de nuestros Estados miembros».
Quien sí se pronunció de modo tajante respecto al desafío secesionista en Cataluña fue el presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani, quien apeló al respeto a las leyes nacionales, puesto que violar las leyes de un país supone «ir en contra del marco legal de la Unión Europea».
Ataque a la UE
«Toda acción en contra de la Constitución de un Estado miembro es una acción en contra del marco legal de la Unión Europea. Respetar el Estado de Derecho y los límites que impone a quienes gobiernan no es una elección sino una obligación», afirmó el presidente de la Eurocámara en una carta a la diputada del grupo liberal Beatriz Becerra –elegida por UPyD– en la que además se afirma que el Estado de Derecho es la «columna vertebral de las sociedades modernas y pluralistas y de las democracias constitucionales» y su prevalencia se debe «garantizar en todo momento».
El italiano Tajani afirmó que los tratados y textos legales de la UE establecen claramente que las constituciones de los estados miembros «deben ser respetadas».
Las instituciones europeas son muy reacias a intervenir en debates de política interna, pero el hecho de que insistan en esta tesis de evitar la «europeización» del debate, como hace la Comisión Europea, debe interpretarse como un aval a la prevalencia de las leyes españolas y su Constitución.
Los portavoces de la Comisión han insistido todos los días en reiterar que el Ejecutivo comunitario mantiene el mismo criterio desde la época de la Comisión que presidía Romano Prodi, que repitió luego la de José Manuel Barroso y ahora la de Jean-Claude Juncker, sobre el hecho de que en caso de que una región se separase de un Estado miembro, se convertiría en un país tercero.
Los Tratados no se aplicarían
«Si una parte del territorio de un Estado miembro dejara de ser parte de ese Estado porque se convierte en un nuevo Estado independiente, los Tratados no se aplicarían más en ese territorio», dice la posición expresada reiteradamente desde Bruselas.
Hasta ahora, ningún Estado europeo ha mostrado la menor simpatía hacia los secesionistas catalanes y es poco probable que eso suceda en el futuro. Al contrario, en la mayor parte de conversaciones sobre este particular, la idea de que se autorizase un referéndum de autodeterminación a pesar de que no está contemplado en el ordenamiento constitucional, sería muy mal recibida como precedente.
En algunos países, como Alemania o Italia, los respectivos tribunales constitucionales han sentenciado al igual que en España que este tipo de consultas es legalmente imposible, por lo que un precedente en este sentido no sería muy apreciado.
En los 28 países de la Unión Europa –a falta de que aún se consume la salida de Reino Unido por el Brexit– no faltan regiones donde un precedente de un referéndum constitucional forzado por los hechos consumados, podría desencadenar consecuencias que nadie desea.