Veníamos hablando del papel escasamente airoso de esta especie de presidente que nos hemos dado en su viaje a EEUU. Uno ya se temía que Biden, poco amante de las fantasías, y menos a su edad, no iba a recibir con simpatía la negativa del Gobierno español a calificar de dictadura a lo que, evidentemente, es una dictadura: la satrapía de los Castro. Mientras el Gobierno cubano vuelve a detener a la corresponsal de ABC en La Habana, EEUU ha constituido una alianza de 21 países para hacer frente a la represión que la dictadura comunista ejerce contra su propio pueblo. España ha quedado excluida, lo que viene a poner de manifiesto la pérdida absoluta de la identidad que tanto reclaman nuestras izquierdas. ¿Puede haber una España que no juegue ningún papel en los problemas de las naciones hispanoamericanas? Bueno, en realidad sí juega: Ahí están nuestros gobernantes de izquierdas terciando en favor de Cuba, Nicaragua y Venezuela, hasta que el farsante máximo los deja caer antes de que la justicia meta mano a sus alianzas non sanctas con aquella tropa.
No siempre, que conste. El Tribunal de Cuentas ha decidido archivar por el momento la causa por el rescate del Plus Ultra, que hasta la fecha ha recibido 19 millones y reclama los 34 pendientes, con el argumento de que si no hay más dinero no podrá devolver la primera entrega. Es posible, como también lo es que si el Gobierno les afora los 34 restantes acabemos perdiendo 53.
El TC podría volver a intervenir si se incumple la obligación de devolver el rescate o si el dinero se aplica a objetivos distintos de los acordados, que todo podría ser. El mismo Tribunal aprecia indicios de ilegalidad en el aval de la Generalidad a los golpistas y ha pedido un informe a la Abogacía del Estado del que no se puede esperar gran cosa, pero cuya opinión, ojo al dato, no es vinculante. Por lo demás, no se trata de un asunto jurídico, sino de puro sentido común. ¿Cómo es posible que la Administración perjudicada por la cuadrilla de los malversadores vaya a salir como avalista de sus propios saqueadores? No tiene lógica alguna como tampoco la tienen la mayor parte de los asuntos públicos de Cataluña. Pero la Generalidad sigue dando por bueno el aval del ICO catalán mientras busca un banco amigo que apoye su estrategia y que, por el momento no ha encontrado aún.
La portavoz del Govern exige al Tribunal de Cuentas que “deje de hacer política”. Para hacer justicia debería preguntar su opinión a los prófugos y los condenados del procés. Las complicaciones de los socios catalanes de Sánchez no terminan aquí, lo que quiere decir que tampoco los suyos acaban en este punto, porque el Banco de España quiere investigar la relación de sumisión de dicha entidad con el Govern y si dicha relación existe no va a poder convertir el ICF en un banco público, lo que dejaría en el alero el apoyo de los golpistas al Gobierno de Pedro Sánchez.
Al doctor Sánchez solo le queda una baza, la oposición. La confianza de Pablo Casado en que la manzana del poder le caiga como a Newton, por la ley de la gravedad (o por su propio peso) no parece muy realista mientras los suyos faciliten la declaración de persona non grata de Santiago Abascal, como ha ocurrido en Ceuta donde tal iniciativa, del Movimiento por la Dignidad y la Ciudadanía (el 2,48% de los votos en las últimas generales) consigue declarar no grato el presidente del partido más votado en Ceuta, (Vox, con el 35,54%). Tengo para mí que este chico no vale o es que yo no acabo de comprender su estrategia de la seducción.