EL CORREO 04/05/2013
· La Universidad de País Vasco remitió cartas a media docena de docentes en las que les instaba a recuperar sus plazas en Euskadi tras el cese del terrorismo.
· El rector deberá explicarles las condiciones de su reincorporación y las consecuencias en caso de que decidan no regresar.
El rector de la UPV, Iñaki Goirizelaia, ha citado para el 8 de mayo a varios de los profesores que tuvieron que abandonar Euskadi por la presión del entorno de ETA –y que, incluso, estuvieron en la diana de la organización terrorista–, con el fin de reunirse y abordar su posible regreso a la institución académica vasca.
El encuentro responde al emplazamiento por carta que desde la dirección de la Universidad se realizó hace apenas dos semanas, al menos, a media docena de docentes. En las misivas, el rector les planteaba la posibilidad de recuperar sus plazas en el País Vasco tras el cese de la actividad armada decretado por la banda. Goirizelaia les invitaba, con carácter previo, a celebrar una primera reunión este mes, que finalmente se materializará, salvo cambios de última hora, el próximo miércoles, para tratar esta delicada cuestión. Buena parte de los profesionales ‘exiliados’ llevan más de una década fuera de Euskadi y se vieron obligados en su día a rehacer sus vidas para continuar con su vocación docente. Corresponderá al rector explicarles cuáles serían las condiciones de su reincorporación a la UPV –la institución vasca es la que costea sus sueldos– y qué consecuencias, si las hubiere, tendría un hipotético rechazo por parte de los docentes, o de alguno de ellos, a retornar a Euskadi.
Este paso no será fácil, y tampoco se prevé inmediato. A la situación personal de cada afectado se suma la incógnita sobre su propia seguridad. La decisión del Rectorado de facilitar la reincorporación de los ‘exiliados’ está acompañada de un informe previo del Departamento de Seguridad del Gobierno vasco, en el que se estima que no existe «riesgo alguno» que impida su regreso. Pero los recelos, tal y como ha podido comprobar este periódico, siguen siendo muchos. No solo por el hecho de que ETA continúe sin anunciar su disolución, sino también por la presión del «nacionalismo radical» que este grupo de docentes teme que pueda llegar a encontrar todavía en el campus universitario.
Manifiesto de apoyo
La postura adoptada por la dirección de la UPV no tardó en despertar la reacción de algunos antiguos compañeros de los profesionales amenazados. Esta misma semana, un centenar de profesores suscribió un manifiesto en su apoyo. En el documento –escrito por Iñaki Unzueta y Víctor Urruela, y rubricado por un total de 93 colegas– critican «las formas de desprecio» que los afectados sufrieron antes de tener que poner tierra de por medio, mientras su «honor y dignidad» quedaban «mancillados». Una dinámica que, añaden, tampoco puede entenderse «sin la legitimación teórica ofrecida por determinados sectores de la Universidad».
Rechazan, en este sentido, que ahora que ETA ha anunciado el cese de su actividad armada se les quiera «hacer jugar al juego de la normalización». Máxime cuando «su seguridad no está garantizada y una presión de baja intensidad –boicot, coacción o insulto– podría volver a tener lugar», a pesar de que «la amenaza directa a estos profesores haya podido desaparecer».
El centenar de docentes que suscribe el manifiesto tiene claro, además, que la vuelta de sus compañeros «no puede ser un ejercicio de impostación», algo que comparten los propios afectados. Según advierten, «del reingreso a escondidas y por la puerta de atrás» deriva «el temor de que las acciones hostiles no tardarán en llegar».
EL CORREO 04/05/2013