La venganza

EL MUNDO 02/03/17
ARCADI ESPADA

DESPUÉS de que el presidente Trump llamara a la prensa «enemigo del pueblo americano», de que miembros de su gabinete negaran la entrada a un briefing en la Casa Blanca a diversos medios, incluidos el Times y la Cnn, y de que anunciara que no iba a asistir a la llamada Cena de Corresponsales, que desde 1920 ha contado con un presidente americano dispuesto a reírse de sí mismo, el Times ha lanzado una campaña publicitaria, cuyo único asunto es la verdad. También el Post ha reaccionado eligiendo como lema para su cabecera «La democracia muere en la oscuridad», una frase de Bob Woodward que mejora otra anterior del juez Damon J. Keith: «La democracia muere a puerta cerrada». La campaña del Times recoge estas 19 sentencias sobre la verdad.

La verdad es dura

La verdad está oculta

La verdad debe ser perseguida

La verdad es difícil de oír

La verdad rara vez es simple

La verdad no es obvia

La verdad es necesaria

La verdad no se puede pasar por alto

La verdad no tiene agenda

La verdad no debe manufacturarse

La verdad no toma partido

La verdad no es azul o roja

La verdad es difícil de aceptar

La verdad no se anda con chiquitas

La verdad es poderosa

La verdad está siendo atacada

La verdad merece defenderse

La verdad requiere dar la cara

La verdad es más importante ahora que nunca

Todos esos versos me parecen lógicos, evidentes y necesarios. Sólo pondría algún pero al que dice que la verdad no es azul ni roja. Tiene un decadente perfume de equidistancia, muy del gusto socialdemócrata. La verdad es que la verdad, más allá de las pastillas de Matrix y de demócratas o republicanos, es a veces azul y otras veces roja. Hay un interesante ejercicio a hacer con los versos, que es el de coser a cada uno su antónimo. El resultado da una idea del clima moral en el que la verdad ha vivido en los últimos tiempos, encarcelada por las fatuas comillas que le puso Nabokov y fragmentada por la tiranía de la identidad. Lamentablemente, y con harta frecuencia, el periodismo no sólo ha dado voz y voto a sus carceleros, sino que él mismo ha practicado de modo suicida el oficio. Y la verdad se ha tomado su venganza. Se confirma que no se anda con chiquitas.