Recuerdo con repugnancia el show organizado por los podemitas con las balas enviadas por carta, las navajitas, el bulo del culo, con perdón, y ese machacón empeño en hacernos creer que el fascismo les ataca, agrede y amenaza. El asco es superior si se piensa en todas las personas que cayeron asesinadas bajo el plomo y las bombas de la ETA, víctimas reales de un fascismo, este sí, verídico, palpable, el de los encapuchados que han obligado a miles de vascos a auto exiliarse de su tierra o a cerrar la boca y no opinar.
Frente a la sombra siempre existe la luz y frente a la mentira, la verdad; siguiendo ese razonamiento, frente a las balas de atrezo y las agresiones de pacotilla ayer vivimos una que ha sido real y podía haberle costado la vida a su víctima. Hablo del atentado perpetrado a Don Alejo Vidal Quadras por dos terroristas – sí, Cadena SER, atentado y no robo, y terroristas y no dos cacos del montón – que le descerrajaron un tiro en la cara cuando salía de misa y se disponía a subirse a su automóvil. Gracias a Dios, en el momento de escribir este artículo, Alejo está fuera de peligro y a respetable distancia de ir a conversar con San Juan de la Cruz, con Erasmo, con Aristóteles o con el general Prim. No es su hora, porque desde arriba consideran que todavía le queda mucho que hacer en bien de su nación y alegría de quienes lo admiramos y queremos. Alejo ha sido siempre una persona incómoda para quienes detentan esa cosa llamada superioridad de la izquierda. De entrada, su nivel cultural es abrumador, créanme, y sus lecturas son infinitas; por el otro lado, su vertiente poética se complementa con el rigor matemático que le otorga su condición de físico nuclear. Es una combinación apasionante que, lógicamente, inquieta, avergüenza y hace rabiar a esos ignaros que no saben hacer una simple raíz cuadrada o creen que Schopenhauer es un delantero del Bayern.
La izquierda dinamita el sistema constitucional con ese infame pacto entre Sánchez y Junts que ha producido que todas, repetimos, todas las asociaciones de jueces pongan el grito en el cielo
Pero a lo que voy. Hemos vuelto al punto de partida sin aprender nada de estas cuatro décadas de democracia. La izquierda dinamita el sistema constitucional con ese infame pacto entre Sánchez y Junts que ha producido que todas, repetimos, todas las asociaciones de jueces pongan el grito en el cielo, así como las de los fiscales, hacienda y las que seguirán. Porque lo que se ventila en ese pacto es el principio de separación de poderes y la injerencia del poder ejecutivo y legislativo en las decisiones del poder judicial. Y tan cierto es eso como falso es que Sánchez lo haga por España porque esos miserables siete votos, los de Junts, son simplemente para que lo invistan. Solo para eso, ni siquiera para el apoyo durante toda la legislatura. Y si para que las Cortes lo elijan es capaz de vender todo lo que ha vendido ¿qué no venderá para seguir en el cargo el máximo de tiempo posible?
Detrás de las balas que ha recibido Alejo solamente existe la verdad unívoca de un hombre bueno que no ha querido otra cosa en su vida que el bien de su patria y sus compatriotas
Nada es verdad en ese bando y nada se hace porque sí ni mucho menos por bondad. De ahí que detrás de las balas que ocultaban oscuros intereses y la demonización de la derecha para mejor después acabar con ella no exista otra cosa que la mentira y el odio; en cambio, detrás de las balas que ha recibido Alejo solamente existe la verdad unívoca de un hombre bueno que no ha querido otra cosa en su vida que el bien de su patria y sus compatriotas. Y ahora, Sánchez, entre las manifestaciones en tu contra, las protestas en todo el país, la gente horrorizada ante el vil atentado contra Alejo y la canallesca que no sigue tus órdenes, ya puedes declarar el Estado de Alarma que hiciste a tu medida en que te conviertes en dictador total de España. Total, es lo que quieres desde hace mucho tiempo. La ley habilitante. Hay precedentes históricos, ¿sabes?