No se pierdan ningún artículo. Tanto Jon Juaristi, como Teo Uriarte. como yo mismo, pasamos por una evolución bastante aproximada entre nosotros en aspectos de orden ideológico y político.
Hemos pasado la setentena.
Los tres estuvimos en la cárcel en la época del franquismo. En la época de la transición, que particularmente la defino como de «Ruptura Pactada», evolucionamos desde posiciones diferentes. Y los tres estamos escandalizados del deterioro institucional y de valores democráticos al que ha contribuido el PSOE desde ZP a Sánchez. Desde la ruptura de los acuerdos de estado en la época de Aznar y la firma del antidemocrático Pacto del Tinnel.
Espero, que esta brevería, sea recogida con la que ayer dediqué a otro persona que podría estar en esta misma correspondencia vital, Carlos Mtnez. Gorriarán.
(Y LA DE AYER, que luego se me queja)
La batalla cultural es fundamental para la defensa de la libertad. Porque los valores de la libertad que conformaron la civilización y el progreso están seriamente amenazados por la cultura «woke» y ese extraño «puzzle» entre la ideología neo-comunista del Grupo de Puebla y la inflación prohibitiva del estatismo creciente. Lo que configura lo que el liberal chileno Roberto Ampuero, antiguo excomunista que estuvo exiliado en la RDA y Cuba, el «REGRESISMO», que irónicamente fomentan los que se autodenominan «PROGRESISTAS».
La cobertura de los llamados movimientos feministas, ecologistas, y chiringuitos «ong», que viven parasitariamente de hacer negocio de los dramas, con soluciones falsarias frente a ellos, para que pervivan y sean excusa para sus ingresos. Con lo cual no persiguen soluciones sino propaganda victimista.
El espectáculo de mujeres entrando en alguna playa de Gaza al agua o paseando cubiertas de un vestido negro es el espectáculo grotesco de una realidad social, de una sociedad alejada de la libertad y la civilización, en la que debieran vivir todos los estúpidos que atacan al único estado civilizado y democrático que hay en Oriente Medio, que es Israel. El único donde pueden vivir en igualdad y libertad musulmanes ,judíos, ateos, mujeres y hombres heterosexuales u homosexuales. El único donde se produce y se generan patentes y formas de desarrollo productivo. Y el único que da trabajo a los palestinos que no les dan ni en Gaza , ni en Cisjordania.
Cuando veo la chavalería por Bilbao ,movilizada por lo más reaccionario que hay, el nacionalismo y el izquierdismo, defendiendo a Hamas y reprobando a Israel, pienso que su mejor lección la aprenderían yendo a vivir como un ciudadano local de esos lugares diferentes «Erasmus», Tres meses en Gaza, tres meses en Irán o en campamentos de Líbano.
Y después unas vacaciones,pero como los lugareños, en Cuba y en Venezuela.
Ya que no escarmientan en cabeza ajena y son impermeables a la realidad ya contrastada. Sería una experiencia muy ilustrativa.
Aunque destaque el artículo de Carlos Mtnez. Gorriarán, no se pierdan el resto.