Las míseras condiciones de vida en Cuba

EL ECONOMISTA 23/03/16
JUAN RAMÓN RALLO

Que Cuba es un país paupérrimo tras 57 años de socialismo real es algo que debería intuirse apenas fijándose en los flujos migratorios: que, durante el último medio siglo, más de un millón de personas (alrededor del 10% de la población de la isla) se haya lanzado al mar para escapar de esa macrocárcel política y económica debería suponer un indicio de que los cubanos no atan los perros con longanizas.

Mas, ciertamente, los exiliados no conmueven a los partidarios del régimen, siempre prestos a tildarlos de ratas acomodadas y contrarrevolucionarias, siguiendo los pasos de su admirado gerontócrata multimillonario. Acaso, entonces, convenga analizar las condiciones de vida actuales de Cuba según la confesión del parte que efectúa el propio régimen. Es decir, procedamos a estudiar cómo se vive en Cuba según lo que sostienen las propias estadísticas de la dictadura castrista.

De acuerdo con el Anuario Estadístico de Cuba 2014, el salario medio mensual se ha incrementado desde 455 pesos cubanos en 2011 a 584 en 2014. Los salarios medios más bajos se dan en la industria hotelera (377 pesos cubanos) y los más elevados en la industria azucarera (963 pesos cubanos). Los salarios del sector educativo son inferiores a la media (527 pesos cubanos) y los del sector sanitario (712 pesos cubanos), superiores.

Pero, ¿a cuánto equivalen los pesos cubanos? Actualmente, 26,5 pesos cubanos equivalen a un dólar: es decir, el salario medio en Cuba equivale a 22 dólares mensuales, en la industria hotelera a 14,2 dólares y en el sector educativo a menos de 20. Y tengamos en cuenta que son salarios medios: es decir, que muchos cubanos cobrarán apreciablemente por debajo de tales cantidades. Claro que estos datos en aislado quizá no sean demasiado informativos.

Tal vez, los precios en Cuba estén tan por los suelos que el cubano medio pueda vivir estupendamente con poco más de 20 dólares al mes. No obstante, no es necesario que especulemos acerca del nivel de precios de la isla: dado que la inmensa mayoría de precios se hallan regulados por las autoridades, podemos conocer de primera mano el precio de ciertos productos básicos a través de las resoluciones del Ministerio de Comercio Interior o del Ministerio de Finanzas y Precios.

Así, el precio de un pan de corteza dura de 130 gramos asciende a 3,25 pesos cubanos (resolución 95/2014): dado que una barra de pan típica en España son 250 gramos, el equivalente sería 6,25 pesos. A su vez, la resolución 61/2011 estableció «aprobar el precio minorista oficial del producto huevo fresco de gallina a 1,5 pesos la unidad»: hoy, el precio de un huevo fresco se ha rebajada a 1,1 pesos, de modo que una docena ascenderá a 13,2 pesos. Un kilogramo de leche en polvo cuesta 175 pesos (resolución 165/2014); una lata de puré de tomate de 440 gramos, 8,1 pesos (resolución 38/2013); un kilo de pechuga de pollo, 119,25 pesos; y un litro de yogur natural, 29,15 pesos (resolución 214/2012).

Dicho de otro modo, el salario medio de un cubano le permite adquirir cada mes 20 barras de pan, tres docenas de huevos, un kilo de leche en polvo, diez latas de puré de tomate, un kilo de pollo y un litro de yogur natural. Prosperidad en estado puro. Pero, evidentemente, no sólo de alimentos básicos vive el hombre. Así que conviene conocer los precios de otros bienes que en Occidente ya casi consideramos como esenciales: una caja de cerillas cuesta 1 peso (resolución 51/2013); 1 SMS interno asciende a 2,3 y una hora de Internet a 40 (precios oficiales de la compañía estatal Etecsa); una jabonera con asa blanca, 75 (resolución 80/2011); crema dental, cuatro (resolución 78/2014); tambor de detergente de 2,5 kilos, 119 pesos; una radio, 321 pesos; y un televisor de 29 pulgadas, 9.275 pesos (resolución 214/2012). Recuerden: un televisor equivale a 15 meses de trabajo.

En suma, las condiciones de vida en Cuba son totalmente míseras: y no, como suele afirmarse, por el embargo estadounidense, sino porque el socialismo genera pobreza. El embargo no impide a Cuba comerciar con empresas sin vínculos comerciales con EEUU: de hecho, las importaciones cubanas ascendieron en 2013 a 6.720 millones de dólares (el 8,7 por ciento de su PIB).

Si Cuba no importa más es porque no exporta más (para importar hay que exportar) y no exporta más porque su capacidad productiva bajo el socialismo es totalmente deficiente: salvo excepciones, las mercancías producidas en Cuba son incapaces de competir en calidad y precio en los mercados occidentales. No, Cuba es pobre porque es socialista. Y el socialismo es pobreza.