Las mociones sobre Miguel Angel Blanco provocan fricciones entre el PP y el PNV

EL CORREO, 28/7/12

Las mociones que ha presentado el PP en 23 ayuntamientos de Bizkaia, en los que tiene representación, para condenar el asesinato de Miguel Ángel Blanco, cuando se cumplen 15 años de su secuestro y posterior asesinato, no solo no han contado por ahora con el respaldo de Bildu, sino que han provocado fricciones entre los populares y el PNV. Los populares buscaban con esta iniciativa que la coalición abertzale se retratara. No obstante, tampoco ha sido vista con buenos ojos en la formación jeltzale. Tanto Bildu como el PNV optaron por presentar cada una un texto alternativo en los plenos celebrados en Barakaldo, Portugalete, Sestao y Getxo.

La moción del PP reitera «la condena y la repulsa por el asesinato de Miguel Ángel Blanco y, por extensión, la de toda la actividad criminal perpetrada por ETA», se insta a «recuperar el espíritu de unidad democrática que presidió» los días posteriores al asesinato del edil popular «para exigir a ETA su disolución incondicional». Mientras que la del PNV mantiene el primer punto de la moción del PP, mientras que, en el segundo, emplaza a sumarse a la Ponencia de Paz y Convivencia del Parlamento vasco, y apuesta por «una paz integral». Ambas salieron adelante gracias al apoyo que el PSE prestó a las dos versiones y a la abstención de Bildu. La coalición abertzale se decantó por un texto en el que emplaza a cada consistorio a «mostrar su hondo pesar por el atentado que causó la muerte de Miguel Ángel Blanco» y a tomar como suya la Declaración de Aiete.

Las críticas del PNV no se han hecho esperar. Los jeltzales de Barakaldo lamentaron ayer la «interpretación interesada» que, a su juicio, está intentando hacer el PP con la moción. Acusaron así al partido de Antonio Basagoiti de «utilizar políticamente» y advirtieron que, si bien «el paso del tiempo no puede ser una disculpa para el olvido», «es necesario aprovechar la nueva coyuntura política y mirar hacia delante en aras a lograr una sociedad vasca normalizada».

EL CORREO, 28/7/12