EL CORREO 31/12/12
El PP vasco se ofrece a alcanzar pactos con Urkullu y EH Bildu, a «caminar juntos» por el «derecho a decidir».
EL CORREO tendmiento «global» y, además, poner en marcha un plan que contenga medidas financieras eficaces, austeras y que fomenten el empleo.
Finalmente, aconsejó a Urkullu que, como en cualquier noviazgo, no cabree a los suegros. En caso de que durante su primera reunión con Mariano Rajoy en La Moncloa –para la que todavía no hay fecha– le proponga un cambio de estatus político en Euskadi, le recomendó que «se ahorre el viaje» porque «saldrá igual de descontento» que Artur Mas cuando reclamó al presidente del Gobierno central más soberanía y un pacto fiscal.
Apelación al alma
EH Bildu, en cambio, se mostró más asequible y, sobre todo, sentimental en su oferta de colaboración con el Gobierno jeltzale. Consciente de que «el PNV ha tenido siempre una historia ambigua» debido a sus dos «almas», «una independentista» y «otra más acomodaticia», apeló a que «prevalezca» la primera de ellas «en este momento histórico». La portavoz de la coalición en el Parlamento, Laura Mintegi, aseguró que, de ese modo, los dos partidos podrán caminar «juntos» para hacer realidad el «derecho a decidir» del pueblo vasco durante esta legislatura.
Aunque admitió desconocer «los plazos y los modos», Mintegi consideró que en los próximos cuatro años podrá avanzarse de manera decisoria en la convocatoria de una consulta soberanista en Euskadi «porque hay una mayoría nacionalista, hay una voluntad política clara y hay un clamor social» que así lo reclama. E insistió en su deseo de acordar las bases del proceso con el PNV porque está «en el ideario de las dos formaciones» y el partido jeltzale «es referencial en este país».
«Toda política encaminada a la soberanía tiene que pasar por un trabajo en común con el PNV y esperemos que su alma más independentista florezca», recalcó Mintegi, quien dejó entrever que no todo será romanticismo y, al igual que Basagoiti, se empeñó en poner deberes al lehendakari. Su Gobierno «tiene que ser valiente para cortar el cordón umbilical con un Estado que es autoritario e impositivo», sentenció, en una aparente muestra de amor interesado. BILBAO. Nunca una ronda de saludos como la que Iñigo Urkullu protagonizó con los líderes de la oposición al término de su designación como lehendakari ha rendido tantos frutos en la política vasca. Recién estrenada la legislatura y en vísperas de Nochevieja, tanto el PP en Euskadi como EH Bildu se ofrecieron ayer a colaborar con el gabinete jeltzale en el nuevo año, aunque, como es lógico suponer, con enfoques diametralmente opuestos.
Antonio Basagoiti, después de varios varapalos al Gobierno autónomo por el adelanto de la paga y el riesgo de que se escore hacia aventuras soberanistas, aseguró que «habrá posibilidades de acuerdo» con el Ejecutivo en la medida en que se centre en la economía y apueste por «la estabilidad y la convivencia». De hecho, el líder conservador advirtió que «si el PNV, dentro de su cronograma, empieza a imitar a Artur Mas, aunque sea con mejor cara, no habrá posibilidades de encuentro y se verá en un callejón sin salida como está su primo hermano de CiU», en alusión a su minoría parlamentaria.
El presidente del PP dejó claros los términos de la relación, que, vista en perspectiva, será de todo menos sentimental. Así, los dos partidos podrán colaborar si el proyecto de país del lehendakari «no va por la separación, ni por la división». Por el contrario, Urkullu no deberá esperar la ayuda de los populares si su propósito pasa por iniciar la legislatura centrado en la economía y la termina con «una especie de ‘plan Ibarretxe’ dulcificado», avisó el líder popular en declaraciones a la agencia EFE.
A la luz de sus manifestaciones, Basagoiti no se mostró como una novia fácil de convencer. Traslado al lehendakari que plantear discursos independentistas de «manera sutil para no acabar como Cataluña» queda fuera de la relación, porque «nuestra reacción va a ser clara, en 2013 y en 2015».
EL CORREO 31/12/12