Las prisas, claro

EL MUNDO 11/09/13
SANTIAGO GONZÁLEZ

No se pueden hacer augurios. Había escrito yo el 26 de julio ponderando la martingala de Griñán, nombrar sucesora para irse a preservar su aforamiento como senador del Parlamento andaluz. Uno creía que el momento idóneo para anunciarle que «tu nombre está ya listo, temblando en un papel», era el día de la investidura, cuando él ya no era presidente y aún no había llegado a senador. No es que eso afectara al aforamiento, que conserva en tanto que parlamentario andaluz, pero la condición de senador obliga a dictar su imputación al Tribunal Supremo.
Tampoco ha elegido mal su momento la juez Alaya. Justo en el momento en que todo el socialismo andaluz asistía a la toma de posesión del concepto paritario, les empezaron a sonar las alertas en los móviles, dando cuenta del auto. Así no hay épica, ni nada.
Debe de ser por las prisas. Los socialistas y la Junta de Andalucía en su etapa presusanista, hasta ayer mismo, se quejaban de la lentitud con que instruía el sumario de los ERE la juez Alaya, que empezó a imputar a cargos y ex cargos de la Junta en 2011 y no paró hasta ayer. También el CGPJ reprochó a la juez morosidad en la instrucción, cuando la tardanza era causada por la permanente obstrucción de la Junta a sus peticiones de información: el Ejecutivo de Griñán se negó a entregar las 480 actas de los Consejos de Gobierno a partir de 2001 que requería la juez y trató de embotar la instrucción con papeles no pedidos e innecesarios: más de 150.000 folios «desordenados, inconexos y repetidos», en palabras de Alaya. La juez ha mostrado gran paciencia ante el remoloneo de la Junta. Recuérdese, por comparar, que Marino Barbero ordenó el registro del Banco de España cuando lo de Filesa. No escarbemos en las torpes insinuaciones de Alfonso Guerra sobre la vida sexual de la juez en un mitin, por lo que el Consejo sí le dio amparo a iniciativa de Margarita Robles.
«Los cuatro golfos de Chaves» son 123 entre golfos, imputados e imputables. SorayaR. se queja de que no les haya imputado y que Alaya «ni siquiera ha iniciado el procedimiento» ante el TS. Todo se andará, no tenga prisa. La instructora ha dado el penúltimo paso antes de dirigir una exposición motivada al Supremo, por si éste, a la vista de los motivos, considera pertinente imputar a los dos aforados de primera clase: los diputados Chaves y Viera y, ya de paso, a los de clase turista: Griñán, CarmenMartínez y otros tres parlamentarios autonómicos.
Como ella no es competente para imputar a los siete, les hace saber lo que hay, por si quieren comparecer voluntariamente asistidos de procurador y abogado. Rubalcaba estaba haciendo gracias sobre la destrucción de discos duros en el PP cuando le ha caído la noticia de que los presidentes de la Junta durante los últimos 23 años, a.k.a. el presidente del PSOE y su antecesor, pueden ser imputados en la trama de corrupción más grande que ha conocido la democracia española. Qué papelón. Y en la otra parte, justo al revés: Zoido dijo que era un día triste para Andalucía. Pero a él se le notaba más bien contento.