EL MUNDO 30/05/2013
· Las asociaciones califican de ofensa que se permita esa acepción para los etarras.
Casi una veintena de asociaciones y fundaciones de víctimas del terrorismo denunciaron ayer que calificar de «presos políticos» a los etarras condenados representa una «ofensa» para todas ellas y supone «enaltecimiento del terrorismo».
En un comunicado, la práctica totalidad de las asociaciones expresaron su rechazo a que los parlamentarios vascos puedan referirse a los reclusos de ETA como «presos políticos», tal y como han reconocido los servicios jurídicos de la Cámara de Vitoria, que han concluido que el uso de esta expresión tiene que estar protegida «por la libertad de expresión».
Las asociaciones recuerdan que la aclaración de los letrados del Parlamento vasco se produce después de que el pasado día 16 la cámara aprobara una resolución contraria al empleo de este término que, en opinión de las víctimas, no es correcto, ya que los presos etarras están condenados «por delitos terroristas, con las pruebas y garantías pertinentes».
Para las víctimas, calificar como «preso político» a un miembro de ETA condenado por cometer crímenes es una ofensa. «No nos cansaremos de decir que no son presos políticos; todos y cada uno de ellos tienen su historial delictivo en las condenas de la Audiencia Nacional», reiteraron las asociaciones, que han pedido que la Justicia exija a los presos de la banda terrorista que se arrepientan y digan quiénes fueron los autores de los 326 asesinatos de ETA que aún están sin esclarecer.
El comunicado ha sido suscrito por la Fundación de Víctimas del Terrorismo (FVT), la AVT, Dignidad y Justicia, Covite, Fundación Miguel Ángel Blanco, así como por las asociaciones autonómicas de víctimas de Cataluña, Andalucía, Galicia o Comunidad Valenciana, entre otras.
Por su parte, la presidenta de la Fundación de Víctimas del Terrorismo, Marimar Blanco, defendió ayer la vigencia de la doctrina Parot y la importancia fundamental de esta herramienta para acabar con el terrorismo y para que su final sea justo. En este sentido, confió en que Europa dé la razón al Estado en su recurso.
«Pese al anuncio, la realidad nos dice que ETA no es pasado, que sigue siendo presente, porque no ha desaparecido y parece que se resiste a desaparecer. Ni se ha disuelto, ni ha entregado las armas, ni ha reconocido los crímenes cometidos y el dolor causado a toda una sociedad y en particular a las víctimas del terrorismo», señaló en una conferencia pronunciada en el Centro Riojano de Madrid presentada por el diputado popular Conrado Escobar.
«Estamos llegando al final. Por este motivo, todos tenemos que tener muy claro que nunca podremos aceptar un final basado en la negociación, en la impunidad, en el relato falso de lo ocurrido o en la propia equidistancia», añadió.
La hermana de Miguel Ángel Blanco explicó que el final de ETA «tiene que ser obligatoriamente un final basado en vencedores y vencidos, de asesinos y víctimas, sustentado en tres pilares fundamentales: verdad, memoria y justicia». «No debemos permitir que sean tratados como héroes quienes fueron condenados por sus crímenes terroristas. Por eso, ante la amnesia colectiva que unos pretenden imponer hay que emplear la verdad, porque la verdad nos hace libres a todos».
EL MUNDO 30/05/2013