EL CORREO 11/10/13
· El alcalde donostiarra muestra su «más profundo pesar» por el dolor sufrido por las víctimas de «ETA, el Estado y la guerra sucia»
Las víctimas del terrorismo se convirtieron ayer en protagonistas de la conferencia de paz a pesar de no haber sido invitadas. O, mejor dicho, por no haber sido convocadas a ese cónclave para que expongan su vivencia. Damnificados por la violencia se manifestaron en los jardines de Alderdi Eder, junto al Ayuntamiento, contra la «invisibilidad» a la que se sienten «condenados» por los dirigentes de Sortu. Un acto «simbólico» al que se sumaron representantes de PNV, PSE y PP.
Familiares de víctimas como el edil socialista Froilán Elespe, el concejal de UCD Ramón Baglietto, el cocinero Ramón Díaz y el psicólogo de Martutene Francisco Javier Gómez Elósegui participaron en una ofrenda floral y guardaron un minuto de silencio. Bárbara Duhrkop, portavoz del Foro Local de Víctimas y viuda del socialista Enrique Casas, explicó que la convocatoria pretendía hacer que los damnificados puedan «salir de la invisibilidad» a la que entienden que les someten «los actuales gobernantes de Gipuzkoa». «Queremos que se nos vuelva a hacer caso y reconozcan que insistimos», advirtió.
En el acto también tomó parte Laura Martín, viuda de Juan Carlos García Goena, última víctima de los GAL. Martín había acudido minutos antes al Palacio de Aiete en representación de Covite para entregar a los participantes de la conferencia de paz una carta crítica con una cumbre que, en opinión de esta asociación, pretende reforzar la idea de que en Euskadi ha habido un «conflicto protagonizado por dos bandos», entre «un Estado opresor y un Movimiento de Liberación Nacional que defendió los intereses del pueblo vasco».
En la misiva aseguran que los damnificados por la violencia no están «dispuestos a tolerar que quienes aún defienden políticamente que nuestros seres queridos fueron asesinados por una noble causa se presenten como pacifistas incomprendidos en el panorama internacional». Pidieron, en este sentido, a los expertos internacionales que pregunten «por qué la izquierda abertzale no cree que estuvo mal» acabar con la vida de las 800 personas que conforman la macabra lista de asesinatos de ETA.
Apenas una hora antes de estas movilizaciones, el alcalde de San Sebastián dio a las víctimas un papel especial en su discurso de inauguración de las jornadas. Juan Karlos Izagirre aseguró que «en Euskal Herria» ha habido «flagrantes vulneraciones de derechos humanos» y reconoció que todas las víctimas necesitan «reconocimiento y justicia». Quiso trasladar, en este sentido, a «todas» aquellas personas que han «sufrido la violencia ejercida por ETA, el Estado y la guerra sucia» su «más profundo pesar» y su «compromiso firme» para que aquel horror «no vuelva a suceder». Su recuerdo a «todas» las víctimas finalizó con un minuto de silencio en su honor.
Un concepto que luego reiteraría el alcalde de Belfast, quien abogó por una paz «inclusiva» en la que «sean escuchadas todas las víctimas».
EL CORREO 11/10/13