Legalización de Batasuna

Si los que tachan la decisión sobre la legalización de Batasuna de «política» y, al mismo tiempo, revelan su interés en que la legalices, convengamos que sólo hay un camino: cúmplase la ley. Batasuna, que no fue ilegalizada por sus estatutos, no lo podría ser por presentar unos maquillados. Si fue ilegalizada por formar parte de una banda terrorista, solo podría volver a la legalidad demostrando que ha roto esos lazos.

Sobre la legalización de Batasuna (con ese nombre u otro) la posición del PNV es palmaria: debe ser legalizada (por ser «clave» en la «pacificación» según Egibar o porque pasará la prueba de legalidad con sus estatutos según Ortuzar) y la decisión, coinciden unos y otros, será «política», es decir, determinada por intereses políticos ya le interese al PSOE ampliar su pacto con el PP en el País Vasco o «sacar pecho» y apostar por los hipotéticos beneficios del fin de ETA.

Se diría que, paradójicamente, lo que desea el PNV es tan «político» como forzado por intereses electorales ya que insiste que, con la participación de la Izquierda Abertzale, no gobernaría Patxi López. Le vendría bien un escenario en el que fuese posible una «acumulación de fuerzas nacionalistas», que algunos de sus dirigentes defienden, o, sencillamente, que la suma de socialistas y populares vascos no fuera suficiente.

Trata el PNV, además, de hacer compatible la seriedad de su llamamiento a Batasuna para que de «los pasos precisos» con otros gestos conciliadores. El presidente de la Asociación de Municipios Vascos sugiere una nueva Udalbiltza, una suerte de asamblea de cargos electos, incluyendo Navarra y el País Vasco francés, propiciada por Batasuna como la «primera institución nacional». ¿Apoyarían a un diputado general de Batasuna en Guipúzcoa? «Habría que ver el programa, pero ya su presencia sería un bien mayor».

Si los que tachan la decisión sobre la legalización de Batasuna de «política» y, al mismo tiempo, revelan su interés en que la legalices, convengamos que sólo hay un camino: cúmplase la ley. Batasuna, que no fue ilegalizada por sus estatutos, no lo podría ser por presentar unos maquillados. Si fue ilegalizada por formar parte de una banda terrorista, solo podría volver a la legalidad demostrando que ha roto esos lazos. Tampoco estaría de más que el Gobierno desmintiese la tan cacareada sintonía con el PNV sobre el final de ETA.

Germán Yanke, ABC, 30/1/2011