Lo correcto y lo sensato

SANTIAGO GONZÁLEZ-EL MUNDO

Felipe González comentó anteayer que Pedro Sánchez «está en una posición bastante correcta y sensata que deberían entender». Hablaba de la posición que mantiene el doctor en esa interminable negociación que mantiene con Iglesias y quien debía entenderlo así era el propio Iglesias y los suyos.

Hace casi tres años que Felipe bramó contra Sánchez, que le había anunciado su propósito de votar contra la investidura de Mariano Rajoy en la primera votación y abstenerse en la segunda para facilitar la formación de un Gobierno: «Me dice ‘pienso hacer esta cosa’, y luego hace una cosa completamente distinta de la que me en- tero por lo que me está dicien- do». Aquí Felipe mostró una cierta cualidad de pardillo, a ver por qué creía él que un tipo incapaz de decirle la verdad hasta a su médico iba a decírsela precisamente a él.

Felipe González debería considerar que es desigualdad tratar igual a lo que es diferente y que la reclamación de Pedro Sánchez de una abstención del PP y de Ciudadanos que lo invista a él es un fraude después de su legendario No es no. ¿Qué parte del no no entienden? Hace falta tener la cara de corindón para lo de Felipe o lo de los 66 diputados socialistas que han pedido para Sánchez la abstención que él no quiso dar a Rajoy para ser presidente.

La abstención de los diputados de la oposición es como el sí de las niñas, hay que ganárselo y es obligación muy principal del postulante ofrecer contraprestaciones que compensen el gesto de los postulados, sean estos los populares, Ciudadanos o Podemos. Cuando los señores Sánchez y Pérez-Castejón tuvieron al primero de sus hijos no pensaron: «Hemos tenido un presidente del Gobierno». No venía ungido para el cargo. O sea, que en las mejores circunstancias tendría que ganárselo. No hay actividad humana que no esté regulada por el do ut des, el toma y daca; como la política, por poner un ejemplo.

El doctor Sánchez no debe esperar la desinteresada abstención de partidos a los que él ya ha asignado el papel de opositores desde que designó a Podemos como socio preferente, pero aún al preferente tendrá que darle su aquel. Felipe también dijo en aquella ocasión que «hacer un Gobierno con gente que quiere liquidar España y trocearla no es posible». Lo último que sa- bemos por boca de Sánchez es que él no va a pactar con independentistas, pero ese artista que tiene en Cataluña para las bajezas ya ha acor- dado con Junts per Cat poner a la socialista Núria Marín en la Presidencia de la Diputación de Barcelona, algo parecido a lo que debe de estar preparando María Chivite para la Presidencia de la Comunidad Foral navarra gracias a la abstención de EH Bildu. Son unos artistas en el arte de dejarse querer.

Pero no les va a salir gratis en ningún ca- so. Ellos solo aspiran a chulear a partidos nacionales. A los populistas y también a los golpis- tas tendrán que comprarles los votos, incluso las abstenciones. Habrá indultos, lo veremos. Ellos lo saben. Arnaldo Otegi, terrorista blanqueado en la infame entrevista que le hizo recientemente la televisión pública, lo comprendió cabalmente: «En el Estado no va a haber mejor gobierno que el de PSOE y Podemos». Él también piensa que Pedro Sánchez tiene una posición correcta y sensata.