Tengo escrito en alguna columna que Sánchez parece avergonzarse de los asuntos que él mismo propone como si se avergonzara, un supuesto improbable, porque tiene una cara más dura que el corindón, que es el mineral que sigue al diamante en dureza según la escala de Mohs. Lo hizo tres veces, durante la reforma de la Ley Sisí y la Ley de amnistía. Ayer se votaba la ley de amnistía y Pedro Sánchez mostró con su ausencia lo poco que le importa el Congreso. No había ido a ninguna parte, estaba en Madrid y desde que hablaba la gavilla del Grupo Mixto estaba en el edificio del Congreso, pero no entró al hemiciclo hasta después de la intervención del líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo y cuando Paquita Armengol anunció que se iba a votar tres minutos después, dada la renuncia del Bolas Bolaños a hablar en nombre del Gobierno.
En nombre de los socialistas solo habló Patxi López. Bueno, habló. Tuvo una intervención inenarrable, desaforada, llena de gritos y de salidas de tono. Volvió a cargar a Tellado la aparición de su nombre en un sumario. El de las escuchas a Koldo García. No me extraña que Tellado le preguntase a él por el cuñado. También estuvo ausente la mayor parte del Gobierno.
Por cierto, ya que nos sale en la República. En el discurso que ladró ayer desde la tribuna del Congreso, Patxi volvió a incurrir (o discurrir, que diría seguramente Pedro Sánchez. Y dijo: “Pregunte a catalanes y españoles si quieren volver a estar enfrentados unos contra otros…” Vuelve a decir ‘catalanes y españoles’ como si fueran conjuntos disjuntos. Es el lenguaje de los nacionalistas.
Toro Sentado anotó en su cuenta de X: La presidenta de la Asociacion de fIscales confirma que Chiqui Montero no podía legalmente conocer los datos fiscales del novio de Ayuso y mucho menos difundirlos, y pide que se haga una investigación interna. Ni un día sin su prevaricación”. Eso ya lo decía ayer en estos micrófonos Ignacio Ruiz Jarabo, ex director general de la Agencia Tributaria: ¿por qué estaba al tanto de datos concretos sobre la inspección tributaria de la pareja de Ayuso? Y ¿por qué ha utilizado esa información indebida para fines distintos a los previstos en la Ley? Irene González abundaba en lo mismo: “La ministra de Hacienda debería ser juzgada y acabar en prisión por acceder sin justificación a datos tributarios de un ciudadano y hacerlos”. públicos con fines políticos”.
Por cierto, al delito de la ministra se suma el de la Fiscalía que ayer emitía un comunicado oficial en el que desvela datos de la relación entre un abogado, el de la pareja de Ayuso, y la Fiscalía.
Reyes Maroto le atribuye a Isabel Díaz Ayuso el don de la ubicuidad: “Ayuso ha mentido de manera flagrante y debe dimitir. Sabemos que vive en dos pisos que su pareja pudo pagar con dinero defraudado”. Como cantaría aproximadamente Antonio Machín: “¿Como se puede vivir en dos pisos a la vez y no estar loca?”. ¿Y qué es eso de ‘pudo pagar’?
El Gran Wyoming hacía ayer mangas y capirotes con los 350.000 euros que presuntamente ha escaqueado el novio de Ayuso a Hacienda. Es notable que Wyoming haya sido condenado, no acusado, sino condenado en firme en 2020 por la Audiencia Nacional a pagar 567.000 euros por no haber pagado lo que debía a Hacienda en 2005 y 2006. Ya antes, en 2013 había sido condenado a pagar 900.000 euros por la mism arazón. Lo contaban El Mundo, Marca, Libremercado, Periodista Digital, el diario As y ¡la revista Lecturas!. De qué se reiría este jeta.
August Landmesser trae un video de Pedo Sánchez en el que dice: “Un Gobierno sin presupuestos es como un coche sin gasolina. Si este Gobierno no puede aprobar los presupuestos lo que tiene que hacer es convocar a los ciudadanos a las urnas”, dcía en 2018, tres meses antes de la moción de censura chunga. Entre febrero y marzo de aquel año emplazó a Mariano Rajoy diez veces a dimitir por no tener presupuestos. Cuando los tuvo se lo cargó con una moción de censura fraudulenta apoyada por el mismo PNV que le había aprobado los presupuestos una semana antes.
Señor Feijóo, ahora vendrá usted a decir lo mismo que yo. Bueno, lo mismo no, pero vendrá usted a decir que el Gobierno es muy malo y tal vez se lo crea. ¿Qué tiene que pasar para que ustedes se sumen a la oposición total a este Gobierno? Todo lo que hacen ustedes y todo lo que dejan de hacer nos sitúa en una posición de debilidad ante los enemigos de la España constitucional y se constituye en una estafa política.
Y hablando de tonnntos, Antonio Papell: “Es muy difícil de entender que Yolanda Díaz no haya sido capaz de concertar con los comunes un plan electoral para Cataluña que no interfiera con los Presupuestos del Estado. Se constata que Sumar es poco más que un sustantivo”. Y tanto, majadero. Sumar es un infinitivo. Sustantivo sería en todo caso, suma.