Juan Carlos Girauta-ABC
- ¿Ha puesto Pakistán a eseGobierno? ¿Está la nueva etapa de Afganistán bendecida y avalada por una potencia nuclear?
Varias agencias de noticias barajaron la posibilidad de que el nuevo Gobierno afgano fuera paritario. Quizá dichas organizaciones, nutridas por corresponsales pegados al terreno, fueran las únicas que ignoraban lo que es un talibán. Cualquiera que haya abierto un diario en los últimos veinticinco años no podía sino esbozar una amarga sonrisa. Cabía que los muy ingenuos se llamaran a engaño dado el maquillaje que Washington y Bruselas se empeñaban en aplicarle a un movimiento conocido por tapar a las mujeres sin dejar un resquicio, por amputar los dedos de las que se pintan las uñas, por lapidar a las acusadas de adulterio y por comerciar con las hijas adolescentes como quien va a una feria de ganado. Cuando ven un bulto con burka no les viene a la mente lo paritario sino lo paritorio.
El maquillaje aplicado al régimen más misógino del planeta se llamaba ‘Talibán 2.0’, se llamaba ‘talibanes moderados’, y algún misterioso punto de contacto debía de existir con nuestra medida de lo admisible cuando el señor Borrell, Míster PESC, tiraba de Realpolitik e, impostando la conformidad dolida del alto estadista, afirmaba: «Los talibanes están en el poder, y esto es así nos guste o no». Algo habría, ¿verdad? ¿O es que Borrell, y con él la UE, ha llegado a aceptar cualesquiera hechos consumados porque son así nos guste o no? Sé que sí, pero admito que otros concibieran, dadas las circunstancias, la posibilidad de un cierto grado de inesperado comedimiento en la vieja panda de chupacabras. Alguna sensatez sobrevenida.
Por eso, sin comprarle del todo la burra a las agencias, sin validar la mercancía propagandística que ensuciaba los papeles y las pantallas, no pocos albergaron la esperanza de que se incorporara al menos una mujer al gabinete. Como diciendo: ¿veis cómo no las consideramos meras cosas? Los afectados por la ilusión inducida andarían expectantes. ¿Aparecería en la foto de familia un ser cubierto cual saco de patatas? Y de ser así, ¿habría realmente una mujer debajo, o bien un tío con barba? Descarto por excesivamente avanzado que el eventual barbudo se hubiera autodeterminado el género unos minutos antes.
Existía, con todo, un modo de saber si la ingenuidad no solo estaba afectando a la parte más crédula del público, si existía asimismo un desconocimiento inexplicable en quienes más información debían manejar: los corresponsales de las agencias. Ver si al conocerse los nombramientos se sorprendían. ¡No es paritario! Pero no. Pakistán anunció antes que nadie la composición del nuevo Ejecutivo talibán. Los nombres se correspondían básicamente con el núcleo duro que allí residía tranquilamente. ¿Ha puesto Pakistán a ese Gobierno? ¿Está la nueva etapa de Afganistán bendecida y avalada por una potencia nuclear? Ese es el tipo de interrogantes que a uno le gustaría ir despejando, y no la estúpida especulación con esquemas paritarios.