ABC 13/02/13
· Un informe advierte que la independencia implicaría renegociar hasta 14.000 tratados.
· Contrainforme escocés Un grupo de economistas, que incluye a Joseph Stiglitz, avala la secesión, pero si mantienen la libra.
Hace cuatro meses, el primer ministro británico viajó a Edimburgo con la autorización legal en la maleta para que el gobierno escocés pueda celebrar un referéndum de independencia en octubre de 2014. El gobierno británico no ha negado nunca la legitimidad y la posibilidad de una consulta. «Desde el primer momento tuvimos claro y reconocimos el mandato que obtuvo el Partido Nacionalista Escocés», explicaba hace unos días a un grupo de periodistas Michael Moore, ministro para Escocia, en referencia a la mayoría absoluta obtenida por el líder escocés, Alex Salmond. Pero el «fair-play» no implica tampoco ponérselo fácil.
El propio Moore recordaba este lunes que una Escocia independiente «heredaría» una parte de la deuda nacional británica, unos 175.000 millones de euros si se aplica el 10% que suele atribuirse al peso de la economía escocesa en el PIB británico. La secesión implicaría «una distribución equitativa de las responsabilidades», explicó Moore en la presentación de un informe sobre las implicaciones legales del proyecto independentista. El estudio, realizado por dos prestigiosos juristas, constituye la primera salva de la contraofensiva del Ejecutivo central. Le seguirán, en los próximos 18 meses, nuevos informes sobre los escollos internacionales y económicos de la secesión. «Hemos entrado en una nueva fase en la que queremos explicar nuestros argumentos para que Escocia siga formando parte del Reino Unido», dijo Moore. «Si Gran Bretaña funciona, ¿para qué romperla?», se preguntaba este domingo el propio Cameron en una declaración con la que daba el pistoletazo de salida a la campaña de los partidos nacionales. Bajo el lema «Mejor juntos», la encarnará Alastair Darling, ex ministro laborista de Finanzas y uno de los escoceses más influyentes del «establishment» londinense.
Una hipotética Escocia independiente «se convertiría en un Estado totalmente nuevo» y tendría que solicitar de nuevo la adhesión a organismos internacionales como la ONU, la Organización Mundial del Comercio (OMC), la OTAN o la Unión Europea, y se vería obligada a renegociar hasta 14.000 tratados internacionales de los que el Reino Unido forma parte, según el informe jurídico publicado este lunes. Sus autores recopilan antecedentes que apuntalan sus tesis, como Irlanda en 1922, la URSS en 1990-91 o Sudán del Sur en 2011.
El Ejecutivo que preside Salmond respondía el mismo lunes con la publicación de su propio informe, en el que un grupo de economistas —incluido el nobel de Economía Joseph Stiglitz— avalan la viabilidad económica y fiscal de una Escocia independiente, pero siempre que mantenga la libra esterlina. Uno y otro informe apuntan, en general, a la titánica negociación con Londres y Bruselas que esperaría a Salmond después de un hipotético «sí» el año que viene, un escenario que, a día de hoy, solo defiende el 23% de los escoceses.
ABC 13/02/13