ABC – 24/03/15
· Votantes de izquierdas que apoyaron a Rajoy disgustados con Zapatero se han ido ahora con Iglesias.
· Los votos de Podemos Podemos ha captado votos del PSOE, IU, la abstención y las formaciones extraparlamentarias. Pero no es suficiente: también ha atraido a votantes del PP.
· Resultados malos, pero no tanto Rajoy destacó ayer que el PP sigue siendo el partido más votado en cinco capitales de provincia andaluzas, y superó en 300.000 los votos logrados en las europeas.
¿Adónde han ido los 506.665 votos que ha perdido el PP en las elecciones del 22-M? O dicho de otro modo: ¿de dónde han salido los casi 600.000 votos obtenidos por Podemos y los casi 370.000 de Ciudadanos?. Seguramente haya votantes para todos las posibilidades, pero es un hecho que el partido que más ha sufrido el castigo de los electores ha sido el PP. Los sociólogos consultados aseguran que es difícil averiguar a dónde han ido a parar esas papeletas, pero no obstante hay trasvases que tienen una explicación científica.
Más de la mitad de ese medio millón de votos perdidos por el PP parece haberse trasladado directamente a Ciudadanos. El partido de Albert Rivera también pudo recibir votos desde UPyD, que perdió cerca de 50.000 votos, o al menos eso es lo que quiso ayer trasladar a la opinón pública el vicesecretario general en Organización y Electoral del PP. Carlos Floriano hablaba del «mimetismo» entre ambas formaciones, y destacaba que si se suman los sufragios obtenidos en las europeas en la región andaluza por Ciudadanos y UPyD, se obtiene exactamente la cifra de votos conseguidos el 22-M por aquella.
También ha habido fuga de votos hacia Podemos: sus casi 600.000 apoyos han tenido que salir necesariamente de PSOE y de IU, y es probable que, en un porcentaje aún no definido, del PP. Se trata –explican los sociólogos consultados– de un votante ideológicamente de izquierdas que se entregó al PP disgustado con el PSOE de Zapatero y que ante un nuevo desencanto ha decidido agarrarse al mensaje populista.
Desde el PP encuentran una tercera explicación de la fuga de votos, el desgaste del Gobierno: «Es un momento delicado; en época de crisis, los partidos que gobiernan no lo tienen fácil. Hemos tomado decisiones necesarias para salir de la crisis no en función de los votos, sino de si beneficiaban al país». Un último elemento, tal vez el más amargo para los responsables de Génov, es la constatación de que «el electorado del PSOE en Andalucía no castiga a ese partido por la corrupción; es un hecho objetivo».
Sólo así se explican caídas como las de Sevilla, donde el PP perdió la hegemonía al caer más de 13 puntos. O Granada, donde también cayeron sus sufragios en un porcentaje similar. El PP, eso sí, logró mantener su fuerza en Almería, aunque también aquí con una importantísima pérdida de apoyos, cifrada en 15 puntos porcentuales.
Podemos ha pescado sus 590.000 votos del PSOE (118.881), de Izquierda Unida (164.445) y de formaciones que no ha consiguieron representación (74.508), además de la movilización de personas que no habían votado en las anteriores elecciones. Pero las cuentas no salen: es necesario que se haya producido el citado trasvase desde el Partido Popular, en el entorno de los 90.000 votos.
«Ponernos las pilas»
¿Y qué opina Rajoy de estos resultados?: «Tenemos que ponernos las pilas». Es la frase literal que pronunció ante sus dirigentes en el comité ejecutivo nacional que celebró apenas 12 horas después de conocerse el pésimo resultado electoral del PP en Andalucía. Una caída de apoyos fuerte que ha causado una honda preocupación en el partido. Ha sido «un correctivo», dijo Jesús Posada, presidente del Congreso. El resultado, se sinceraban algunos destacados responsables populares, «ha sido malo; hay que corregir errores». Los populares se reunieron en una mañana triste para buscar explicación a una derrota anunciada. Aunque no todos: faltaban los principales barones con poder territorial, ocupados «en sus propias campañas», quiso suavizar Carlos Floriano.
Otras voces veían en tanta ausencia el deseo de centrarse en conservar sus territorios, a las puertas de unas elecciones municipales y autonómicas que desde ayer se barruntan más que complicadas.
Rajoy insistió en que no son extrapolables al resto de España los resultados de Andalucía. Esta comunidad, gobernada por el PSOE desde hace 33 años, tiene peculiaridades culturales e históricas que la hacen diferente del resto del Estado.
Y además, en las autonómicas y municipales del 24 de mayo el PP espera poder «lucir músculo» presumiendo de gestión en todos aquellos gobiernos regionales y ayuntamientos en los que gobierna. De hecho, el presidente Rajoy está convencido de que el 24-M el PP será la primera fuerza política en España. Rajoy quiso insuflar ánimos a una dirección popular bastante «tocada» por la mala respuesta obtenida en Andalucía. Entre sus argumentos, restó fuerza a la victoria socialista –sus datos, recordó, son en realidad «los peores de la historia del PSOE en su mejor feudo»–, y destacó que el PP sigue siendo el partido más votado en cinco capitales de provincia andaluzas – Almería, Córdoba, Granada, Jaén y Málaga– y en los municipios con más de 100.000 habitantes, además de haber superado en 300.000 los votos que sumó en las europeas de 2014 en esta comunidad.
ABC – 24/03/15