Los antichavistas hacen campaña en territorio hostil

ABC 01/12/15

Lviolencia es uno de los asuntos que más preocupa y de los que más se habla en la campaña electoral venezolana, sobre todo tras el asesinato reciente de Luis Manuel Díaz, un activista del partido opositor Acción Democrática, que se encontraba en un mitin electoral en Altagracia de Orituco. Pero la oposición ha demostrado no tener miedo y se lanza a hacer campaña en los barrios más problemáticos y dominados por el chavismo. Todo con el objetivo de alcanzar la mayoría en la Asamblea Nacional. En lo que va de campaña para las elecciones parlamentarias, han sido al menos ocho los ataques armados denunciados por la MUD, atribuidos a supuestos grupos radicales del PSUV. El Gobierno, por su parte, anunció ayer la detención de tres supuestos asesinos de Díaz.

Los dirigentes opositores están recorriendo los sectores pobres y las zonas rurales de todo el país. Juan Andrés Mejía es uno de ellos, un candidato joven de la Unidad a la Asamblea Nacional del partido del preso político Leopoldo López, que junto a un grupo de vecinos y su equipo de campaña visitan puerta a puerta una barriada popular conocida como Las Minas de Baruta. «En cada recorrido que hacemos nos llenamos de fuerza. El Gobierno perdió la calle. Hoy más que nunca se siente el descontento. La gente saldrá a votar a pesar de las amenazas y el miedo que el régimen intenta sembrar».

Daniel Deverde, un transportista de carga que vive en el sector, nos cuenta que por su trabajo le toca recorrer el país. «La cara de la gente es de desesperanza. El pueblo no es tonto, Chávez con sus misiones puso a leer a más gente que ahora tiene conciencia de que las cosas están muy mal».

En nuestro recorrido por la capital caraqueña, nos llama la atención que aquellos tiempos de pegatinas con el rostro de Chávez o Maduro, colocadas por la propia gente afecta a la revolución, quedaron en el pasado. Ya ni en los edificios de la Gran Misión Vivienda Venezuela hay. Esto podría ser un indicativo del rechazo del pueblo chavista a la gestión actual de gobierno.

El municipio Libertador de Caracas es donde está principalmente asentado el oficialismo. Este fin de semana coloridas caravanas de moteros y coches acompañó a los candidatos del oeste de la ciudad en un recorrido que arrancó por el Paraíso, atravesando el barrio La Morán, Catia, San Martin, entre otras localidades que en otros tiempos hubiese sido imposible recorrer. La gente humilde desde las ventanas de sus hogares saludaba, algunos efusivos, otros más tímidos.

El diputado opositor a la Asamblea Nacional, Stalin González, aspirante a la reelección por Caracas, explica que la elección del 6 de diciembre constituye la oportunidad que tiene la oposición de retomar la función contraladora de la Asamblea frente a los otros poderes, sometidos por el oficialismo, a través de interpelaciones a funcionarios y otros mecanismos. «El gobierno perderá un poder, pero seguirá siendo Gobierno, pero con contrapeso».

Chavismo desestabilizado
Se han desencadenado focos de protestas en Caracas que funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana han tenido que disolver, ya que cientos de personas reclamaban que no se hubieran instalado los Mercados de Calle «Mega Mercal», que el Gobierno utiliza para vender alimentos en precios regulados. Al parecer, desde la madrugada consumidores formaron una larga fila en la avenida Baral, para comprar pernil, entre otros alimentos necesarios para preparar los tradicionales platos decenviros venezolanos. Al ver que pasaban las horas y no llegaba ningún camión con comida decidieron vaciar los contenedores de basura que había cerca y con los desperdicios cerraron la avenida. Usuarios de las redes sociales reportaron que protestas similares ocurrieron en otros sectores de la capital, incluso en algunas ciudades en el interior del país, entre ellas Valencia, Maracay y Los Teques.

El Gobierno cree fundamental mantener la hegemonía en el Legislativo para garantizar la aprobación, sin obstáculos, de leyes y otras decisiones clave para la consolidación de la revolución a través del plan «de la Patria» que define cinco objetivos: defender, expandir y consolidar la independencia nacional; continuar la construcción del socialismo; convertir a Venezuela en un país potencia en lo social, económico y político; desarrollar una nueva geopolítica internacional, y contribuir con la preservación de la vida en el planeta.