Xosé Luis Barreiro, LA VOZ DE GALICIA, 17/12/11
E s posible que la decisión de impedir que Amaiur tenga grupo parlamentario, mientras se acepta que sí lo tenga UPyD, sea, en términos leguleyos, perfectamente ajustada a derecho. Y también es posible que la mayor parte de la sociedad española esté de acuerdo en que a esa tal Amaiur se le pongan todos los obstáculos que se puedan armar dentro de la ley o sobre el borde mismo de la ley. Pero lo que no cabe olvidar es que esa legalidad que se le aplica se obtiene mediante un pejiguerismo jurídico digno de mejor causa, y a través de atrabiliarias reformas del Reglamento del Congreso que, inspiradas por la partitocracia o por un exceso de celo en el aislamiento del mundo abertzale, se resuelve en normas que, por ser elaboradas ad casum, no hablan nada bien de la primera institución representativa y legislativa de España.
Por eso creo que el PP se está equivocando gravemente, y que haría muy bien si, anunciando su intención de revisar a fondo la actual normativa, dejase abierta la posibilidad de revisar la formación de los grupos parlamentarios. Porque si lo que se persigue es privar a Amaiur de los púlpitos que le entregaron sus votantes, es evidente que estamos caminando al revés. Y porque ya deberíamos tener muy claro que ponerle puertas a los votos, o interpretar subjetivamente la legitimidad de las representaciones abertzales, solo nos está llevando a la peor de las desgracias que cabía imaginar: debilitar estúpidamente al PNV, y dejar a las instituciones vascas al alcance de un lendakari abertzale.
Los grupos parlamentarios no tienen más sentido ni función que la de facilitar la organización de los trabajos parlamentarios, y el hecho de haber manipulado su concepto y normativa para resolver otros problemas -transfuguismo, control de representaciones indeseadas o refuerzo del bipartidismo imperfecto- no hizo más que llenar de imprecisiones y arbitrariedades un modelo de encuadramiento que en esta legislatura acaba de convertirse en jurídicamente indecente y políticamente estúpido. Porque privar a Amaiur de su grupo parlamentario apenas les va a causar efectos prácticos negativos, mientras va a multiplicar la sensación de victimismo y marginación institucional que tanto cotiza en el País Vasco. Los abertzales van a ser la mayoría del grupo mixto, y como tal mayoría van a controlar sus decisiones colectivas, a usar la mayoría del tiempo de sus intervenciones y a llevarse la parte del león de sus asignaciones. Y a cambio de eso podrán exhibir en su territorio la rentable imagen de un independentismo asoballado por las decisiones jurídicamente formalistas, políticamente endebles, e históricamente equivocadas, del PP.
Porque al final Amaiur tendrá su grupo parlamentario a costa del PNV. Y en ese momento tendrán mucha más razón de la que ahora le quitamos.
Xosé Luis Barreiro, LA VOZ DE GALICIA, 17/12/11