«Los españoles deben tener la última palabra»

ABC 08/08/14
ENTREVISTA XAVIER PERICAY

Nieto de un líder de la CEDA (Confederación Española de Derechas Autónomas) fusilado durante la Guerra Civil, Xavier Pericay (Barcelona, 1956) es un escritor que ha criticado duramente lo que a su juicio es un «monolingüismo» en el sistema educativo catalán. Licenciado en Filología, Pericay ha escrito libros en ambas lenguas. Sobre la cultura en Cataluña, ha llegado a afirmar que está «sometida a la política».

P – ¿Cuál es el sentido del manifiesto?
R – Desde el principio se ha hablado de un problema de Cataluña y su relación con España, y no de todos los españoles. Este es el sentido último del manifiesto: afirmar que esto nos afecta a todos, también a los políticos con representación en el Congreso de los Diputados, que ante este tema deberían tener una actitud más decidida y no tan reactiva.
 
P – En la práctica, ¿qué busca «Libres e Iguales»?
R – Buscamos, a través de métodos como la acogida del manifiesto, la adhesión de distintas asociaciones. Estamos seguros de que hay una gran parte de la población en España que quiere reivindicar su derecho a decidir. Todo ello bajo unos valores que hemos reflejado en nuestro manifiesto y que han costado mucha sangre, muchas guerras y que, por fin, podemos disfrutar.
Está situación afectará de forma distinta siendo catalán.Esto solo se puede entender desde la doble perspectiva de ser catalán y español, que creo que es la única postura lícita. Es lógico que este tema afecte más a un catalán y no digamos a una persona que vive en Cataluña, pero hay que entender que es algo que nos afecta a todos los españoles y debemos intentar tener la última palabra. Nosotros, a pesar de lo que se ha dicho, no negamos la negociación entre el Gobierno central y la Generalitat, como tampoco negamos una reforma constitucional. Mantenemos que estas cosas tienen sus cauces, que hay un marco legal, y que la máxima ley es la Constitución. Si se realiza la reforma constitucional, se debe hacer entre todos, de igual forma que la Carta Magna se creó entre todos.
P – ¿Cuál es el papel que ha tomado el Estado respecto a Cataluña?
R – Desde la Transición se tiende a pensar que estamos en deuda con los nacionalismos, tanto con el catalán como el vasco. La mayoría de personas han pensado que había que darles algo más. Por ejemplo, el monoligüismo en el sistema educativo ha traído graves consecuencias. Las generaciones catalanas más jóvenes han sido educadas en una idea negativa de España. Cuando esto se ha afrontado por partidos como el PP, ha habido una movilización contraria en la enseñanza. Hay una dejación que viene desde muy lejos.
P – ¿Qué reacción espera obtener de la sociedad española?
R – Desde esta óptica constitucional hay muchas personas que se han solidarizado con nosotros. Lo que les pedimos y lo que nosotros también estamos dispuestos a fomentar es el máximo grado de movilización de los ciudadanos. Lo que ocurra en Cataluña debe ser fruto de la decisión de los españoles, incluidos los catalanes.