EL MUNDO – 05/06/15
· Los díscolos del partido de Duran harán campaña para descabalgar al líder en la votación interna del día 14.
Los soberanistas de Unió ven en la consulta interna del 14 de junio una oportunidad para descabalgar a Josep Antoni Duran Lleida. El grupo, enfrentado con la dirección por la pregunta propuesta para la votación –no sirve para que el partido se defina sobre la independencia de Cataluña–, harán campaña por el no. Si convencen a la mayoría de los más de 5.000 militantes, Unió se verá abocada a celebrar un congreso extraordinario que podría propiciar la caída de Duran.
La enrevesada pregunta que aprobó la Ejecutiva de Unió el martes siguió ayer provocando controversia entre dirigentes del partido. Mientras Duran y su mano derecha, el secretario general de CiU, Ramon Espadaler, la defendían y advertían contra el riesgo de votar no, el sector independentista pactaba un frente de oposición interna. La propuesta les parece tibia porque establece hasta seis condiciones para seguir adelante con el proceso soberanista; entre ellas, que todas las decisiones se tomen por mayoría, que se gestione desde el diálogo con el Gobierno central, que no haya declaración unilateral ni proceso constituyente al margen de la ley y que se garanticen la permanencia de Cataluña en la UE y la cohesión social.
Los independentistas, que consiguieron nueve votos en la Ejecutiva del martes por 17 de los oficialistas, comieron en un reservado del bar del Parlament para perfilar su estrategia. Su principal cabecilla, el secretario de universidades de la Generalitat, Antoni Castellà, rechazó las advertencias de Espadaler en el sentido de que dejar fuera del procés a los menos maximalistas puede debilitar el proyecto de Artur Mas. «Decir no a la independencia es excluir al 90% de los más de dos millones de catalanes que fueron a votar el 9-N», replicó.
En el grupo de Castellà se encuadran nombres ilustres de Unió como el de la actual presidenta del Parlament, Núria de Gispert, o su antecesor en el cargo, Joan Rigol, además de cuatro diputados en el Parlament –Mercè Jou, Elena Ribera, Assumpció Laïlla y Joan Recasens– y varios miembros de la Ejecutiva.
Mientras tanto, Duran insinuaba en Twitter la existencia de una mano negra de Convergència que busca interferir en Unió para que apoye los postulados del principal partido de la federación nacionalista. «Hay quien desde fuera quiere decidir el futuro de Unió, gente que nunca ha tenido simpatía ni respeto por Unió. Estoy harto de escuchar que, si no pensamos como ellos, si no somos independentistas sin matices, no somos patriotas. ¡Basta!», escribió.
Sin embargo, la reunión que ayer mantuvieron Mas y Espadaler fue de guante blanco. El número dos de Unió subrayó que el presidente de la Generalitat«no ha interferido» en el proceso interno. «Dijo que podía compartir buena parte de nuestros criterios, y se lo agradezco», afirmó.