Los jóvenes del PSC, con la consulta

EL MUNDO 05/07/13

· Su primer secretario firma un manifiesto que pide convocar un referéndum vinculante y dice que el texto está «en consonancia» con lo que defiende su partido.

Pese al escepticismo del PSOE, los socialistas catalanes siguen defendiendo la conveniencia de que los catalanes expresen en referéndum qué futuro quieren para su comunidad. Esa iniciativa, con la que el PSC se presentó a las últimas elecciones autonómicas arrastrado por la deriva soberanista de CiU, se plasmó ayer en el pleno parlamentario, donde los socialistas participaron junto a los partidos nacionalistas en la constitución de la comisión parlamentaria por el derecho a decidir. Pero también fuera de la Cámara, donde representantes de las juventudes del PSC se unieron a los del resto de formaciones que apoyan la consulta para consensuar un manifiesto.

Los jóvenes de CDC, UDC, ERC, PSC, ICV y EUiA mostraron una sincronización perfecta incluso cuando comentaron ante los periodistas el documento que habían aprobado. Como hacen en ocasiones sus mayores, decidieron que no aceptarían preguntas hasta que todos hubiesen terminado de valorar el texto. Sin embargo, hubo que cambiar el protocolo tras constatar el interés mediático que desataba el primer secretario de la Joventut Socialista de Catalunya (JSC), Javi López.

El representante socialista defendió que la postura de su grupo y el documento firmado están «plenamente en consonancia» con lo que defiende el PSC. La dirección de los socialistas catalanes intenta evitar con esta postura algo ambigua –están a favor de la consulta, pero en contra de la independencia de Cataluña– la división interna, pero lo cierto es que Pere Navarro no ha conseguido que las diferencias con el sector más catalanista del partido se plasmasen incluso en sede parlamentaria.

El documento, titulado Manifiesto por el derecho a decidir, pide la convocatoria de un referéndum para que Cataluña pueda decidir su futuro «democráticamente y de forma vinculante».

Cuando se le preguntó por qué firmaban el texto, López aludió a la búsqueda del «mínimo común denominador» entre todos, y a la voluntad de dejar de lado las «evidentes» diferencias de los partidos en torno al llamado «derecho a decidir».

También defendió el hecho de que el documento exija un referéndum «vinculante», una condición sobre la que el PSC suele pasar de puntillas: «Obviamente, es lo que [el PSC] lleva defendiendo hace meses, junto con otras formaciones políticas, y hay un mandato del Parlament en torno a esto». El texto también critica la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatut y el fracaso de la negociación de la mejora de la financiación catalana. Ahora, se afirma, «es necesario que Cataluña pueda ejercer el derecho a decidir su futuro democráticamente».

«Durante los últimos años ha ido creciendo la desafección entre los jóvenes con las instituciones políticas, fruto de debates alejados de su realidad, de cierta opacidad y de la sensación de impunidad con la que muchos políticos han actuado», añade el texto.

Además, se declara «agotado» un modelo «basado exclusivamente en votar una vez cada cuatro años», se exige «una pregunta clara» en la consulta y se aboga por la participación en la misma de los jóvenes a partir de los 16 años.

La presidenta de la Joventut Nacionalista de Catalunya (JNC), Marta Pascal (Convergència), celebró la capacidad de consenso de los representantes de las juventudes de los diversos partidos.

El único que lamentó la ausencia de PP y Ciutadans en el acuerdo fue el representante de Unió de Joves –y diputado en el Parlament– Roger Montañola, que les llamó a unirse porque el referéndum «es la vía para que la nación catalana decida su futuro».

El portavoz general de los jóvenes de ERC, Gerard Gómez, subrayó la necesidad de ampliar el proceso soberanista, en el cual Artur Mas ha inmerso a Cataluña, a todo el tejido asociativo catalán, un objetivo por el que también trabajan –por ahora sin demasiado éxito– republicanos y convergentes fuera del Parlament.

 

«Cataluña es un país y negarlo es estúpido»

· Los socialistas se incorporan a la comisión del ‘derecho a decidir’, en la que no están PP y C’s.

Aunque quizás no quisiera, la dirección del PSC está hipotecada, en materia identitaria, por el debate de reforma del Estatut. Durante esas discusiones, los socialistas catalanes aceptaron definir a Cataluña como nación en el texto; su defensa –a veces desganada– de una consulta parece consecuencia directa de esa consideración.

El portavoz del PSC en el Parlament, Maurici Lucena, dio validez implícitamente a esta tesis en el inicio de su intervención en la constitución de la comisión del derecho a decidir. «En opinión del PSC, Cataluña es un país y negarlo es del género estúpido. Y por eso tiene derecho a decidir su futuro», afirmó.

Justo después aclaró de nuevo que, aunque estén a favor del referéndum, el PSC está en contra de la independencia, pese a que en su última visita a Cataluña un histórico del socialismo como Alfonso Guerra dijera que «estar a favor de una consulta para decir que no es propio de Woody Allen».

Lucena dijo que el PSC «está convencido de que Cataluña tiene cabida en una España democrática», pero que «ha llegado el momento de aclarar las cosas». Y añadió que sólo avalan una consulta legal, y que sus dos modelos son los procesos negociados con sus gobiernos por Quebec y Escocia.

La constitución de la comisión de estudio del derecho a decidir, uno de los incontables resortes de los que se están dotando Artur Mas y los favorables a la celebración de una consulta en estos primeros meses de legislatura, vino precidida por la polémica. Ciutadans amenazó con impugnar ante el TC que fuera la presidenta del Parlament, Núria de Gispert, quien presidiera también la comisión, y que los grupos tuvieran que ampliar el orden del día del Pleno de ayer a toda prisa para dar cobertura legal a esta circunstancia.

En su discurso inaugural de los trabajos de la comisión de estudio del derecho a decidir, De Gispert intentó mostrarse conciliadora, y comparó el momento político con el de la reforma del Estatut o con la negociación de la última financiación autonómica. Anunció además que a partir de hoy abrirá una ronda de contactos con las formaciones políticas que han decidido participar en la comisión.

El PP y Ciutadans, los dos únicos partidos ausentes en la comisión, criticaron ayer su constitución. El diputado popular Santi Rodríguez utilizó un juego de palabras para afirmar que en realidad servirá para impulsar el «derecho a dividir»; el líder de Ciutadans, Albert Rivera, pidió a los socilalistas que «dejen de hacerle el juego al separatismo» y salgan de la comisión como salieron de las reuniones del «pacto nacional por el derecho a decidir».

EL MUNDO 05/07/13