Javier Fernández Arribas-El Correo

  • Ha demostrado su capacidad para mantenerse firme en el poder y enfrentarse a Rusia

La invasión rusa de Ucrania ha forjado como estadista a un actor televisivo que llegó a la presidencia como recurso de última hora de los ciudadanos ucranianos hastiados de ineficacia y corrupción. Volodímir Zelenski era una figura de la televisión, como el caso del italiano Pepe Grillo y el del reconocido y valorado presidente de los Estados Unidos Ronald Reagan. En medios cercanos al Kremlin se daba por seguro que el presidente Vladímir Putin y sus asesores daban por descontado que el inicio de la invasión de Ucrania provocaría la huida de Zelenski. Error. El cómico que había llegado al poder en mayo de 2019 con una plataforma denominada Servidor del Pueblo ha demostrado su capacidad y categoría para mantenerse firme en el poder y enfrentarse al gigante ruso con el apoyo de los países miembros de la OTAN, encabezados por Estados Unidos y Reino Unido. Atrás ha dejado la estela controvertida por diversos casos oscuros de un empresario como Perto Poroshenko, que ganó la confianza de los ucranianos después de la salida en 2014 del presidente proruso Viktor Yanukovich, tras la revolución de la plaza Maidan, que tuvo como respuesta de Putin la anexión de Crimea y la guerra en el Donbás.

Ese momento fue el origen de lo que hoy estamos sufriendo y desde entonces los contendientes, con los acuerdos de Minsk como tapadera para mantener los enfrentamientos bélicos con un perfil bajo, se prepararon para la contienda a gran escala por el control de Ucrania. El propio Zelenski se ha ganado el respeto de la comunidad internacional y ha logrado el respaldo financiero y armamentístico que de forma gradual ha ido llegando a las unidades ucranianas, debidamente formadas y con motivación más que sobrada para ofrecer una resistencia impensable en principio aunque con un elevado coste en vidas humanas y en daños materiales. Desde las defensas antiaéreas, los sistemas de misiles, los carros de combate y, ahora, los aviones caza F-16, la iniciativa y la estrategia de Zelenski y su equipo interior y exterior ha logrado incrementar en cada momento una ayuda indispensable para su supervivencia con un mensaje claro: «»no defendemos solo la libertad y democracia de Ucrania sino la de toda Europa». Su vestimenta militar, sus mensajes diarios en los discursos nocturnos, sus intervenciones ‘online’ en multitud de parlamentos y foros, sus viajes actuales con especial repercusión en el G7 y la cumbre Árabe y atajar cualquier caso de corrupción y su férreo control de su gobierno son las claves principales de los milagros de Zelenski, con sus luces y sus sombras.