ANTONIO CASADO-EL CONFIDENCIAL
- Doctrina: sin PGE, el Gobierno no caza ratones. Lo de Bildu solo es ruido. Separemos el ruido de las señales. El Presupuesto es la más poderosa señal en el uso del poder
En el mercado de la política, como en el bursátil, cotizan los resultados y no las intenciones. Es doctrina Moncloa sobre las herramientas del poder. Sin PGE, el Gobierno no caza ratones. Lo de Bildu solo es ruido. Ya pasará. Separemos el ruido de las señales y veamos el Presupuesto como la más poderosa señal de futuro en el ejercicio del poder.
Que el Parlamento rechace el marco presupuestario supone parálisis, inestabilidad y desgobierno. Que lo apruebe supone blindar la legislatura, avanzar, construir, modernizar la economía y proteger a los más débiles. “Así debemos explicarlo fuera de la M-30 de Madrid, como hace el presidente en su gira por las autonomías”, oigo decir en la sala de máquinas.
Más explícito estuvo ayer en ‘El País’ el ministro Ávalos. Nos invita a salir del kilómetro cero y pasear por el País Vasco, donde las “cuestiones antiguas” se han perdido en la polvareda de la normalidad. Pudo hacer extensiva la invitación a pasear por las dos Castillas y otras comunidades donde se ve a ETA y a quienes jalean su rastro de miseria moral como un problema del presente. Y donde no se entiende que a los exetarras que vuelven después de cumplir condena les hagan lendakaris por un día para curarles el síndrome de Ulises.
No se entiende que a los etarras que vuelven de la cárcel les hagan lendakaris por un día para curarles el síndrome de Ulises
No es imprescindible subscribir las palabras de Pablo Casado, líder del PP, cuando califica de “indignidad moral” la entrada de Bildu en el pacto presupuestario. Aparquemos la dimensión ética del asunto, como nos pide el discurso oficial. Vale. No hace falta aprovechar la oportunidad que nos da Sánchez de ponernos estupendos en nombre de una política basada en valores y no en resultados. Pero, aun así, ¿quién puede rebatir desde una posición comprometida con el orden constitucional que el mencionado pacto en torno al eje UP-ERC-Bildu refuerza objetivamente a los partidarios de tumbar el régimen del 78 y, por tanto, multiplica las posibilidades de conseguirlo?
Una cosa es aceptar a Bildu en el juego político ordinario (los herederos políticos de ETA ya se blanquearon en las urnas) y otra muy distinta es estimular el crecimiento de su causa ayudándoles a tener más influencia de la que merecen. Lo primero es una formalidad de obligado cumplimiento. Lo segundo es opcional. Y Sánchez, empujado por Iglesias, ha optado por la vía ERC-Bildu, que le garantiza una mayoría muy holgada de acceso a la herramienta de unos PGE dopados con el volquete financiero de la UE. No por la vía Cs-PNV-PDeCAT, que también le hubiera dado mayoría, con apoyos suplementarios de pequeños grupos, aunque más trabajada y menos aconsejable para un futuro cambio de cromos con ERC en Madrid y Barcelona.
¿Quién puede rebatir que el pacto presupuestario en torno al eje UP-ERC-Bildu refuerza objetivamente a los partidarios de tumbar el régimen del 78?
Todo eso se puede argumentar sin salirse de la pragmática pauta de Moncloa. Que importen los resultados, no las ideas ni las intenciones. Vale. Para maliciarse que incluso en ese terreno nada puede salir bien con tan peligrosos compañeros de viaje, hemos de anotar en el ‘debe’ de la cuenta el grito discrepante de una parte del PSOE. Y tampoco sería necesario caracterizar como una reciente forma de fascismo el hecho de que en Cataluña y en el País Vasco, más allá de la exigible contextualización, algunos utilizan el insulto de ‘españolazo’ con la misma saña que los nazis utilizaban el de ‘judío’.
Una forma de fascismo es que algunos utilizan el insulto de ‘españolazo’ con la misma saña que los nazis el de ‘judío’
ETA se hartó de asesinar ‘españolazos’ sin importarle la ideología, la edad, el sexo, la condición social o el oficio de sus víctimas. Sin embargo, sus herederos políticos (Bildu) han sido puestos como ejemplo de la responsabilidad que le ha faltado al PP por querer impedir la tramitación de los PGE 21. Se refieren la vicepresidenta Calvo y el ministro Ávalos a la fallida enmienda de totalidad presentada por el principal partido de la oposición. ¿Debemos entender que el PSOE fue irresponsable cuando presentó una enmienda a la totalidad, asimismo fallida, a los todavía vigentes Presupuestos de 2018? Bien lo sabe la actual ministra de Defensa, Margarita Robles. Y entonces España también se jugaba “la estabilidad y la gobernanza”, amenazadas por el ‘no es no’ de Sánchez. ¿Recuerdan?