Los nacionalismos españoles en el Mundial de fútbol

Ya lo decían los extranjeros que disfrutaron de los primeros años de boom turístico de España: “Spain is different.”. Y en pleno siglo XXI, el mundial de fútbol de Sudáfrica ha demostrado que el eslogan sigue vigente aunque por unas razones tan distintas a las que motivaron el dicho como son los nacionalismos trasladados al equipo de la Selección Nacional de Fútbol.

La noticia original


EL ÉXITO DE LA SELECCIÓN ESPAÑOLA EXASPERA A LOS NACIONALISTAS

BILBAO, España – El éxito de España en el Mundial de Fútbol ha puesto de relieve un tipo de profundas divisiones políticas que llevan a algunos españoles a apoyar a los holandeses en la final del domingo.

La sin precedentes actuación de la selección ha provocado la aparición de banderas españolas en balcones de zonas donde las banderas nacionalistas serían más habituales, lo que irrita a los separatistas vascos del norte y de las regiones catalanas.

“Si por mí fuera, haría que Holanda venciera a España por 30-0” dice Iñaki Atxutegui, un economista de 40 años desde el puerto vasco de Bilbao.

Las regiones vasca y catalana tienen diferentes lenguas e identidades culturales y muchos de sus habitantes quieren, si no totalmente, ser más autónomos de Madrid.

“(Los políticos de Madrid) están utilizando el éxito de la selección española, formada casi en su totalidad por catalanes y vascos, para vender un concepto de España que muchos vascos no comparten”, dice Atxutegui.

El éxito ha coincidido con la controvertida resolución del Tribunal Constitucional que establece los límites de la autonomía catalana respecto de Madrid.

El tribunal ha fallado que Cataluña no podría ser reconocida como una nación independiente, y cientos de miles de personas esperan sumarse el sábado a la protesta en Barcelona.

El vicepresidente del gobierno regional de Cataluña, Josep Lluis Carod-Rovira se quejó en un blog porque “acabará habiendo más banderas españolas por el partido España-Holanda del domingo que banderas catalanas por la protesta del sábado”.

Menos radical

El entrenador español Vicente del Bosque dijo el sábado en una rueda de prensa en Johanesburgo que esperaba una relación armoniosa entre sus jugadores y recalcó que el trabajo en equipo debería inculcar sentimientos similares al volver a casa.

“Espero que miremos las cosas con menos radicalidad y que a través del fútbol creemos mejores relaciones entre las regiones de nuestro país” dijo el entrenador de 59 años, que es de Salamanca.

El centrocampista Xavi, que juega en el Barcelona, añadió: “Hay muchos jugadores del Barca y, por supuesto, que eso me hace sentirme orgulloso”. “Pero no sólo con el Barca. Queremos que en toda España, no sólo en Cataluña, se sientan muy orgullosos con el fútbol que estamos jugando”.

Pero incluso ofrecer la retransmisión de los partidos de España en pantallas públicas está resultando polémico. La ciudad de Barcelona, capital de Cataluña, ha rechazado hasta ahora mostrar los partidos de España en pantallas públicas a pesar de que siete de los 11 jugadores que participaron en la semifinal contra Alemania del pasado miércoles juegan en el Barcelona.

El domingo, sin embargo, se mostrará la final en una gran pantalla pública en la ciudad, algo considerado como una victoria en sí misma por los comentaristas de los medios de comunicación de derechas de Madrid.

Pero algunos se sienten ofendidos porque el equipo nacional catalán no pueda participar en competiciones internacionales, especialmente desde que cabezazo que hizo ganar el partido contra Alemania fuera el resultado de una jugada desarrollada por el Barcelona, según el defensa.

Ni los responsables del fútbol mundial de la FIFA ni sus equivalentes europeos de la UEFA reconocen al equipo catalán que normalmente juega cada año un partido amistoso internacional en diciembre.

“Yo no me siento español para nada, no lo puedo evitar” dice Marc Morell, de 46 años, desde la ciudad catalana de Tarragona. “Pero Puyol y el resto deberían jugar en el equipo nacional catalán si pudieran formar uno. Sólo juegan para España porque no pueden elegir”.

Pero algunos, como Aitor Zuazua, un corredor de bolsa de 32 años de la ciudad vasca de Getxo, consideran que fútbol y política no deben mezclarse. “Nunca me he puesto la camiseta roja (española), pero quiero que gane España”, dice.

Washington Post, 10/7/2010