EL MUNDO – 19/06/15
· PP, PSOE y Ciudadanos celebran la buena salud de la Monarquía en el primer año de reinado. Los partidos constitucionalistas piden a Felipe VI que preserve la «unidad», la estabilidad y la convivencia en España, en el primer aniversario de su reinado que se cumple hoy. Desde los más variados ángulos ideológicos, y de acuerdo a sensibilidades bien distintas, los líderes y portavoces de las principales formaciones políticas hacen un buen balance de estos 12 primeros meses y coinciden, tanto en el respaldo a los esfuerzos del nuevo Monarca por impulsar la modernización y transparencia de la Corona, como en la aceptación de hecho de la propia forma de Estado que encarna. Y es que, si alguna conclusión se extrae de este pequeño cuestionario realizado por EL MUNDO es que la Monarquía goza hoy de excelente salud, en lo que a consenso político se refiere.
Claro que, fieles a sí mismos, y no por casualidad, los partidos independentistas convierten a Felipe VI en una diana simbólica de su propia lucha política. Frente a ellos, destaca en esta toma de temperatura el alto grado de confluencia que la Corona representa hoy para PP y PSOE, en uno de los momentos de mayor discrepancia entre los dos tradicionales partidos de Gobierno. Y sobre todo, sorprende el reconocimiento que los partidos emergentes –más crítico Podemos que Ciudadanos– otorgan al Monarca, al que no obstante no dudan en poner deberes.
PP: «El Rey representa la estabilidad y la moderación»
Los populares son los únicos que, al ponderar el trabajo de Felipe VI, hacen una mención y reconocimiento expreso al Rey Juan Carlos. Tanto el vicesecretario autonómico, Javier Arenas, como el portavoz en el Congreso, Rafael Hernando, destacan la «utilidad» de la Monarquía para la «estabilidad» y «cohesión» del país y renuncian a apuntar ningún defecto en el Monarca que ha hecho «más fuerte» la institución en sólo un año. Arenas advierte, frente al viejo debate sobre la forma de Estado, ahora prácticamente desaparecido, de que «cada nación busca su camino y la nuestra lo encontró, tras dos años de fracasos republicanos y una larga dictadura, en la Monarquía constitucional de 1978».
Los populares subrayan que «el Rey debe seguir siendo un árbitro neutral»; que «debe ser el Rey de todos los españoles, sin distinciones territoriales o ideológicas», y que «no hay nada que inventar sobre su papel representativo y moderador». En todo caso, y como muestra del momento político en que se encuadra este primer aniversario de Felipe VI, Hernando aprovecha para ponderar la «estabilidad» y «moderación» que representa el Rey frente a la deriva del principal partido de la oposición, hoy «bisagra de la extrema izquierda y del nacionalismo extremista».
PSOE: «Ha estado a la altura de las expectativas generadas»
Muy lejos de esta perspectiva popular, el secretario general socialista, Pedro Sánchez, hace un aviso a navegantes ante quienes se atreven hoy a reclamar una mayor intervención del Monarca en el convulso y atomizado escenario político: «La responsabilidad del Rey al calor de los nuevos acontecimientos políticos no forma parte de sus atribuciones, y reclamarla no es buena idea. Las soluciones políticas deben venir de la mano de la comunidad política», afirma.
Sí coincide con el PP en la «solidez» de la Monarquía, su vinculación a la «experiencia democrática» y su poder simbólico sobre la «unidad territorial», «el respeto a la diversidad» y «la convivencia entre los españoles». Pero, sobre todo, coincide con su propio partido al hacer balance del año de reinado: «Felipe VI ha estado a la altura de las expectativas generadas por el cambio generacional de la Corona», dice, al tiempo de «destacar la sensibilidad social demostrada». Añade, además, que en la actualidad «no es necesario reabrir el debate sobre el futuro de la Monarquía».
Así lo dice también el alcalde de Valladolid, Óscar Puente. «El balance es muy positivo, ha logrado una notable mejora en poco tiempo y no veo puntos débiles en lo que de él depende», dice el nuevo edil socialista, en referencia a los escándalos que todavía colean en torno a la familia del Monarca. Y por su parte, el nuevo barón socialista en Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, asegura que «ha revitalizado la institución y le puede dar el perfil y la credibilidad que se necesita en este tiempo, en este país». Lo mejor que ha hecho, a su juicio, es «intentar introducir modernidad, transparencia y cercanía».
CIUDADANOS: Apoyo, pero advirtiendo de que «todavía tiene mucho por hacer»
Frente a la posición institucional de PP y PSOE, Albert Rivera advierte a Felipe VI en su aniversario de que «la recuperación de la confianza es su tarea», al tiempo que le emplaza a «demostrar que él es el primer funcionario de España». Tanto el líder de la formación naranja como su concejal en Barcelona, Carina Mejía, le reconocen lo «duro» del trabajo acometido en este año, pero esta última le reprocha que «debería haber sido más ágil en las decisiones» con que ha puesto freno a los escándalos que han afectado a su Casa, en referencia a la retirada del Ducado de Palma a su hermana, la Infanta imputada por el caso Nóos.
Sin duda, los dirigentes de C’s son los más desinhibidos hacia la Corona. Aplauden al Rey sin tapujos por haber «sabido entender que la sociedad reclama un cambio en las instituciones», pero le advierten de que «todavía tiene mucho por hacer». Dicen coincidir con su «modelo de España, diversa y unida», pero le piden que traslade su personal imagen de «solvencia» a la propia institución.
PODEMOS: Iglesias: «La Casa Real supo leer bien la situación de crisis»
Mucho más crítico y condescendiente se muestra el líder de Podemos, Pablo Iglesias, que no obstante reconoce abiertamente la labor del Monarca. «La Casa Real supo leer bien la situación de crisis de este país», dice al hacer balance de este año. «Movieron ficha», añade, «con la dimisión de Juan Carlos, y apostaron por Felipe porque se dieron cuenta de que su propia continuidad estaba amenazada».
Según Iglesias, la institución estaba «demasiado vinculada a la corrupción y la impunidad», y éstos sigue siendo sus retos: «La Casa Real es una institución de digestión lenta. El cambio de Rey ha supuesto una renovación de caras, veremos si los cambios van más allá», dice, al tiempo que le reprocha estar, «como lo hizo su padre, quizá más cerca de los banqueros que de los ciudadanos que sacan el país adelante todos los días».
Fiel al programa de Podemos, su líder reivindica que «el jefe del Estado pase por las urnas», y en línea con Pedro Sánchez le advierte ante intromisiones políticas: «El Rey tiene delimitadas sus atribuciones. Los problemas del país deben resolverse en las instituciones elegidas democráticamente».
UNIÓ: Duran Lleida aplaude el «afán» renovador del Monarca
El político catalán Josep Antoni Duran Lleida ha sido el único miembro de la ya extinta coalición de Gobierno nacionalista en Cataluña que ha aceptado valorar el primer año de reinado de Felipe VI. Y lo ha hecho de manera «positiva». «Sería poco objetivo si no lo reconociese», afirma, remitiéndose a la propia «valoración que de él y de la institución hace la ciudadanía». «Había perdido prestigio y lo ha recuperado», afirma, al tiempo que destaca, como lo mejor, «su juventud, su afán renovador, su preparación y su conocimiento del mundo».
Pero el líder de este partido, que «nació republicano en noviembre del 31» y «en el 78» votó «a favor de la Monarquía», no duda en señalar como «lo peor» la manera en que «se fraguó su ascenso a la Jefatura del Estado, sólo a cuatro manos: las del PP y las del PSOE». Ni de advertirle de que «debería mejorar en dejar claro a quien corresponda que es insostenible que haya en Cataluña una parte importante de la población que no se siente representada por un Estado del que él ostenta la Jefatura». «El Rey debe ser consciente –y creo que lo es– de que el apoyo ciudadano se gana día a día».
ERC: Emplaza al Rey a «propiciar una solución para Cataluña»
Interesante resulta la percepción de la izquierda republicana de Cataluña, que pese a juzgar el primer año de reinado «desde la distancia», reconoce, primero, «la voluntad» del Monarca de «mejorar una institución fuertemente erosionada»; y además, la propia «entrada de aire fresco» a la Corona.
«No es ningún secreto que somos republicanos y que la institución monárquica es ajena a nuestra tradición democrática», se justifica su portavoz, lo que no le impide poner tareas a Felipe VI y emplazarle, desde el «respeto a la voluntad de los ciudadanos»: «El Monarca debería dar ejemplo y propiciar una solución democrática para Cataluña, velando y favoreciendo que los catalanes voten y decidan su futuro político».
BILDU: «Su papel es un insulto a la igualdad de las personas»
El líder de Alternatiba, Óskar Matute, lo tiene claro: «Felipe VI, al igual que su antecesor, es la evidencia de la negación de los derechos de nuestro pueblo». El representante de Bildu no repara en sentencias admonitorias sobre el Rey y sobre la Monarquía, a los que describe como los enemigos del «pueblo» vasco. «Su papel es un insulto a la igualdad de las personas», dice, para rescatar el concepto de «ruptura democrática» como sujeto que «debe acabar con la Monarquía y sus privilegios». «Obsoleta, costosa, inútil e incompatible con ningún modelo de democracia»: todos estos epítetos utiliza el político abertzale para describir un modelo de Estado que supone «un agravio a la memoria antifranquista porque fue reinstaurada por orden directa del dictador Franco».
CUP: «La única mejora posible de la Monarquía es su abolición»
También radicales, los representantes de la CUP no dan tregua al Monarca. «La única mejora posible de la Monarquía es su abolición», dice un portavoz. Y es que, según trasladan desde Cataluña, «con Felipe VI no han dejado de aumentar las desigualdades» y su función se ha centrado en «mantener el actual statu quo». «Felipe VI se reserva para legitimar un cambio en las instituciones: que algo cambie para que nada importante cambie», aseguran.
Con información de Marisol Hernández, Luis Ángel Sanz, Raúl Piña, Álvaro Carvajal, Daniel Sastre y Josean Izarra.