Los partidos vascos critican la reunión «clandestina» entre Urkullu y Mas

EL CORREO 04/05/14

· Coinciden en que «la atención hay que ponerla en la economía», mientras Ortuzar insiste en que el encuentro sirvió para «coordinar políticas»

La larga y discreta «reunión de trabajo» que el jueves mantuvieron Iñigo Urkullu y Artur Mas en Ajuria Enea fue criticada ayer por los portavoces de la mayoría de los partidos con representación parlamentaria. No tanto por la cita en si misma, sino por su contenido y las formas. Toda la oposición criticó la «clandestinidad» del encuentro. Socialistas, populares y UPyD censuraron, además, que al hablar de la soberanía, el lehendakari tratase de «desviar la atención de los principales problemas que tiene el País Vasco».

El cara a cara entre el jefe del Ejecutivo de Vitoria y el presidente de la Generalitat, que se prolongó durante dos horas y media, no se hizo público hasta el viernes al mediodía. Con un día de retraso, Lehendakaritza difundió dos instantáneas, un vídeo y un comunicado en el que se recalcaba que ambos mandatarios se comprometían a profundizar «en el conocimiento de las realidades propias de Catalunya y Euskadi, con sus similitudes y sus diferencias». Básicamente, Urkullu constató que ambos territorios demandan «más autogobierno» y Mas le trasladó que piensa llevar hasta el final su apuesta soberanista.

El único respaldo explícito tanto en las formas como en el fondo a la cita provino de Andoni Ortuzar, de visita en Galicia. Si ya el viernes el presidente del PNV afirmó desde Santiago que la reunión dará «sus frutos» y que se trata de «dos presidentes que comparten muchas cosas», ayer en Lugo recalcó que la entrevista era necesaria porque «es el momento de coordinar políticas» entre Urkullu y Mas, aunque insistió en que mientras Cataluña vive un proceso «soberanista», el debate en Euskadi se sustanciará en la ponencia de autogobierno.

«A la baja»

Sin embargo, la opinión del PSE, PP y UPyD fue mucho más crítica. El más rotundo fue el socialista Txarli Prieto. El líder alavés admitió que Urkullu y Mas «tienen todo el derecho a reunirse», pero lamentó la fecha elegida, el 1 de mayo, cuando «la atención de los ciudadanos está puesta en la economía». «Los datos del País Vasco están a la baja, y que todo eso sea contestado por Urkullu con una reunión sobre el soberanismo, que no interesa al conjunto de la sociedad, es grave», afirmó Prieto en Radio Euskadi. A su juicio, supone «un fiasco» si todo lo que tiene que ofrecer el lehendakari «son reuniones semiclandestinas sobre el soberanismo, que en el País Vasco le importa a cuatro».

Prieto subrayó que Urkullu «tiene en su mano» el acuerdo que suscribió con el PSE para, entre otras cosas, poner en marcha iniciativas para crear empleo, y lamentó que dichas iniciativas se estén desarrollando «con timidez y en fase embrionaria» y no estén ofreciendo hasta ahora resultados. «Los planes no se presentan, se ejecutan», dijo. En una línea igual de crítica se expresaron Borja Sémper y Gorka Maneiro. El portavoz del PP recalcó que el «problema» no es que Urkullu se vea en Ajuria Enea con Artur Mas, sino que no lo haga con los presidentes de otras autonomías, como Cantabria, Asturias o Galicia «para trazar un plan para el Eje Atlántico». «Se reúne con Mas para hablar de sus estrategias, de cosas importantes para ellos, de sus obsesiones, que no son las del conjunto de la ciudadanía», subrayó Sémper.

Por su parte, el portavoz y parlamentario de UPyD acusó al lehendakari y al máximo representante institucional de Cataluña de jugar a ser «hombrecillos de Estado que dan la espalda a los problemas reales de los ciudadanos, que en Cataluña son la corrupción, la pobreza y el desempleo, y en Euskadi son parecidos». «Se olvidan de esos asuntos y se citan para hablar de sus obsesiones y de soberanismo, cuando el lehendakari ni siquiera es capaz de explicar en el Parlamento qué tipo de Estado defiende», añadió Maneiro.

En una posición intermedia entre el respaldo explícito de Ortuzar y las críticas de PSE, PP y UPyD, el representante de EH Bildu, Oskar Matute, también vio normal la reunión, pero «no tan razonable ese halo de clandestinidad». El hecho de que no se comunicase hasta un día después de producirse significa, para el representante de la coalición soberanista, «un síntoma» del «atenazamiento de las instituciones que no comulguen con el Estado». Matute recordó que EH Bildu ha pedido que Mas comparezca en la ponencia de autogobierno del Parlamento.

EL CORREO 04/05/14